Segundo capítulo de las curiosidades que acontecen entre bastidores en una nueva edición del Dakar 2015. Si en la anterior parte hablábamos de un ex-mundialista que participa de nuevo en motos sin asistencia después de haber probado los buggies y los camiones así como del benjamín de los motoristas, con sólo 18 años en su primera participación, vamos ahora con otras breves pero entretenidas historias.
Como por ejemplo la de Charles Monier, que demuestra que se puede llegar tarde a esto de la motos (bueno, más concretamente a los raids) y aun así poder cumplir su sueño. En el 2013 y 2014 disputó el Bol d'Or así que no es un neófito en la competición pero sí en el offroad ya que sólo hacía escapadas con los amigos.
Pero su deseo era correr el Dakar algún día, algo que lo reconcomía por dentro desde hace años. Contactó entonces con David Casteu para que le contase cómo podía conseguirlo y su compatriota lo llevó a hacer el Desafío Ruta 40, el cual acabó de forma espléndida y por ello, Casteu le permitió unirse a su equipo para venir al Dakar 2015. Ahora, intentará llegar al final para dedicarlo a su padre, fallecido hace un mes y que fue quién le enseño a amar las motos.
Hasta el momento, el todoterreno era una disciplina que para mí se limitaba a hacer escapadas con amigos". Pero un día me puse en contacto con David Casteu para pedirle consejo. Soñaba con el Dakar desde pequeño, y siempre le he dado muchas vueltas a cómo prepararme para poder hacerlo. David me llevó al Desafío Ruta 40 y, como fue todo bien, me ha permitido formar parte del equipo y estar hoy aquí.Es una prueba muy particular y pueden pasar muchas cosas. Lo que no hay que perder es la tranquilidad.
Fue él quien me inculcó el amor por las motos y, por supuesto, estará conmigo desde dondequiera que esté a lo largo de todo el Dakar.
Pero no todo son historias bonitas. También las hay duras, sobre todo tras etapas como las de ayer. El colombiano Mateo Moreno estaba ayer como para echarle el pan de lejos, y con razón.
¿Dónde están? ¿Se puede saber dónde están? ¡No puede ser! Llego después de pasarlo muy mal… ¿y no hay nadie? Me sangra la nariz. ¡Me he caído diez veces!
Esto es lo que gritaba en el campamento, en solitario, antes de coger el móvil y llamar a la mujer. Entonces llegaba su compañero de equipo Carlos Gracida, que había tenido un poco más de suerte al haber visto como en el CP2 la carrera se neutralizaba debido a la dureza extrema.
Iba a arrancar de nuevo. El comisario estaba dándome ya la cuenta atrás cuando, de pronto, escuchamos un grito: «¡No! ¡Alto! Se ha neutralizado la etapa»
Lógicamente, Mateo Moreno le preguntaba que entonces cómo había conseguido llegar hasta allí. Ante la respuesta de Carlos de que "por la ruta, cómo si no", Mateo levantaba la vista al horizonte y murmuraba:
Y ni siquiera llevo mi dorsal de la suerte del año pasado: el 184…
Para acabar, un par de vídeos con el momento más destacado de ayer que fue cuando Joan Barreda se desorientaba y se encontraba en sentido contrario con Marc Coma, así como los paisajes que nos dejaba la segunda etapa del Dakar 2015.
Vía | Dakar