Las café racer siempre tienen ese toque especial, y más cuando son obra de autor. Buen ejemplo de lo que hablamos es esta 'Bolonga Dogfight', una belleza italiana de la que no se reconoce su forma original, que un día fue una Ducati Monster 821.
Su autor, Winston Yeh, la define con una sola palabra: "Impresionante", y no le falta razón. Está café racer vitaminada tiene más de 100 CV y mantiene el toque original de la moto de Borgo Panigale; el desmo Twin.
Una Ducati Monster 821 de la que no queda nada
Hay pocos que se atrevan a retocar su moto recién sacada del concesionario. Gastarte miles de euros y que luego no pueda quedar a tu gusto es un riesgo que algunos asumen, como la moto que llegó a manos de Winston, una Ducati Monster 821 de 2019.
El corazón de la 821 es un poderoso y guerrero bicilíndrico de 109 CV a 9.250 rpm con un juguetón par máximo de 86 Nm a 7.750 rpm. Y eso, enclaustrado sobre el chasis tubular minimalista de doble sección, es un caramelito para cualquier preparador.
"Aunque existe la Streetfighter V4 más poderosa en la línea de Ducati, la simplicidad del motor L-twin aún proporciona una plataforma mucho mejor para cualquier construcción personalizada", dice su preparador.
Entre lo "supermoderno" y lo "atrevido" anda esta moto, que jugó con las proporciones de la Monster para hacerla algo más compacta que la moto original. Para ello agregó un subchasis trasero nuevo, un colín hecho a medida, y paneles de la carrocería que igual te resultan familiares, porque son inspirandos en la BMW R nineT.
Lo mejor de todo, que cada pieza fue fabricada con una simple impresora 3D, excepto la pequeña almohadilla del asiento con funda de cuero. En el frontal destaca ese pequeño bifaro diestro LED un tanto asimétrico que tanto le gusta al dueño. El sistema de escape es otro de los puntos fuertes de esta moto, firmado por SC Project.
En el trasero de esta Monster reconvertida destaca el amortiguador Öhlins con resorte negro (en lugar de amarillo), que sostiene la zaga trasera sobre el basculante de aluminio original. Y es que el hombre le ha instalado unas suspensiones Öhlins (delante y detrás) y frenada de competición a la moto. El depósito también ha sido remodelado en aluminio, sin rastro de los logos de Ducati.
Ahí donde la ves está forrada de carbono. Querían dotar a la moto de un toque más deportivo y hacerla más ligera al mismo tiempo, así que está rematada con varias piezas en carbono, como las llantas de BST.