Si buscara el título fácil y que enganche un puñado de visitas los diseñadores holandeses Maarten Heijltjes y Simon Acalla, del estudio de diseño de productos Waarmakers, me lo han puesto en bandeja con su creación “Be.e scooter”, una moto urbana sostenible para la marca Van Eko, construida con compost reforzado de cáñamo, lino y bio-resinas en lugar de acero y plástico. Vamos, una moto hecha de marihuana, como os digo buscando un titular.
Este material es totalmente renovable y reciclable, a la vez que puede soportar los mismos esfuerzos que los materiales de una carrocería convencional. “Be.e scooter” fue presentado el pasado 27 de junio, conjuntamente con los colaboradores del proyecto, la Inholland University of Applied Sciences y NPSP composites.
Además como todo es diferente en esta moto también la manera de adquirirla lo es. Se ha optado por un leasing con cuotas de 140 euros al mes por 300 km, 150 por 500, 160 por 700 y 170 euros por 1.000 kilómetros de recorrido. La comprobación del cuentakilómetros se realiza una vez al año y, lo bueno, es que los kilómetros que no uses de tu cuota se guardan para meses posteriores.
Los 95 kg no están nada mal para este tipo de motos eléctricas, además el Be.e Scooter admite el peso de dos pasajeros mientras nos movemos a 55 km/h con una autonomía de 60 kilómetros. A su motor de 4 kW y sus baterías de 1.9 kWh hay que sumarle la posibilidad de incluir una segunda batería sin lugar a dudas muy necesaria con esa escasa autonomía.
Y si, fea es un rato por muy ecológica que sea. Parece que en esta ocasión se han peleado la estética y la ecología.
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