Suzuki pudo seguir en la parrilla de MotoGP en 2023, aunque con otros nombre. Es el rumor que lleva muchas semanas en el paddock y que ahora ha confirmado MotoRaceNation. Según su información, un equipo con presencia en el mundial y que ya estuvo en MotoGP quiso quedarse con sus motos, pero Dorna lo evitó.
El plan de Dorna sigue siendo el de esperar a que sea una fábrica, y no otro equipo privado, quien sustituya a Suzuki en el organigrama de MotoGP. Y todas las miradas están centradas en MV Agusta y Triumph, los dos fabricantes que más opciones tienen de llenar ese hueco, cada uno por su camino.
Dorna impidió que un equipo se quedase con la estructura de Suzuki
Un equipo quiso quedarse con las dos motos de Suzuki, toda su estructura, trabajadores e incluso pilotos, Joan Mir y Álex Rins, pero Dorna lo impidió. El plan era hacer algo similar al Hayate, que aguantó en 2009 con las Kawasaki cuando la marca verde ya se había retirado del mundial. Pero Dorna no ha querido repetir aquello.
Lo cierto es que hay muchas estructuras con presencia en Moto2 y Moto3 que están buscando una forma de entrar en MotoGP, de momento sin éxitos. Entre ellas está el Leopard Racing, pero también el equipo de Jorge Martínez Aspar. De momento Carmelo Ezpeleta mantiene frenadas esas solicitudes en espera de una nueva marca.
Hay dos vías abiertas para sustituir a Suzuki. La primera, y la más evidente, es la de MV Agusta. La mítica marca italiana ha sido recientemente adquirida por KTM, y los naranjas no ocultan los planes existentes para devolver a MV Agusta a MotoGP. Sigue siendo la segunda marca más laureada de la historia del mundial.
Lo preocupante de la entrada de MV Agusta sería cómo conseguir que su proyecto y el de KTM fuesen lo suficientemente independiente. Un problema que no da el segundo nombre propio para entrar en MotoGP: Triumph. El actual suministrador único de motores de Moto2 es la gran apuesta de Dorna.
De fondo, la opción de que MotoE pase a ser la categoría intermedia del mundial sustituyendo a Moto2 cobra fuerza, pero Triumph no quedaría desamparada. Al contrario, recibiría el gran premio de ser una nueva marca en el mundial de MotoGP. La pega de este camino es que sería demasiado a largo plazo.
En definitiva, MotoGP tiene varios caminos para reemplazar a Suzuki, pero lo que Dorna tiene claro es que no quiere medias tintas. No habrá un equipo privado con las Suzuki GSX-RR.