Ni los más pesimistas con la llegada de Marc Márquez a Ducati hubiesen pronosticado que después de siete Grandes Premios, con sus catorce carreras correspondientes, el '93' todavía no hubiese ganado. A Márquez se le resiste la victoria, y parece que aquello de que arrasaría con una Ducati empieza a quedar aparcado, o como mínimo matizado.
Después de catorce carreras de MotoGP 2024, parece que Márquez ya no es el piloto más rápido del mundial, aunque por poco. Hay una serie de elegidos de la nueva hornada que tienen ese extra de velocidad. Pero la competitividad de Márquez siguen intacta, y puede que con eso le baste para ganar el mundial.
Márquez es el piloto que más puntos ha sumado en los últimos cuatro GP, empatado con Bagnaia
Marc Márquez es el piloto que más puntos ha sumado en los últimos cuatro Grandes Premios. Aunque no haya ganado ninguna carrera, desde la caída de Austin el '93' ha acumulado 103 puntos, exactamente los mismos que Pecco Bagnaia. La diferencia es que Márquez lo ha hecho a base de pura competitividad.
En cuestiones de pura velocidad, parece que Márquez está un pasito, pequeño, por detrás de la nueva generación. Se pudo ver en carreras rápidas como la de Mugello, apenas sin caídas, en la que Jorge Martín y Bagnaia vuelta a vuelta lograban marcar una pequeña diferencia, tanto en qualy como en carrera.
Sí, está claro que la GP23 es más difícil que la GP24, y seguramente en Mugello es donde más se notó. Márquez está machacando a sus compañeros de moto, que por otra parte no son pilotos que coman ni siquiera en una mesa cercana a la del octocampeón. Llevar una moto desfasada probablemente vaya a ser más problema pronto que hasta ahora.
Volviendo a la competitividad de Márquez, hubo una escena de este Gran Premio que demuestra que sigue intacta, aunque haya pasado desapercibida. Fue en la clasificación, cuando aprovechó el rebufo de Miguel Oliveira para tener más velocidad punta en recta y luego pasarle en la primera curva. Otra típica acción dentro de la legalidad pero al límite de la moralidad de Márquez que demuestra que su hambre sigue intacta.
Eso sí, como viene pasando últimamente, todo lo que antes salían caras ahora le salen cruces a Márquez. Esa magia de momento no regresa, y el '93' acabó cayéndose. Puede que Márquez ya no sea el más rápido de MotoGP, pero sigue pareciendo el piloto capaz de aguantar más vueltas llevando la moto al límite sin caerse. Regularidad. Y eso es fundamental en este MotoGP.
Después del verano, en Saschenring, Red Bull Ring, Misano y Motorland, sus territorios, comprobaremos si a Márquez le basta para luchar por este mundial de MotoGP.