El mallorquín Jorge Lorenzo ha conseguido medio título de 250 en el Gran Premio de San Marino. Gracias a su octava victoria, evidentemente, pero también a la rotura de Andrea Dovizioso. Y es que la carrera estaba siguiendo el guión habitual de las carreras de 250 de esta temporada. Un Lorenzo que va haciendo, hasta que faltan unas 10 vueltas para el final, cuando pega un tirón impresionante y se escapa de todos sus rivales. Hoy en Misano todo parecía que iba a ser así, aunque un combativo Andrea Dovizioso se resistía a que Lorenzo se escapase ante el público italiano.
Dovizioso había liderado buena parte de la carrera, hasta que Lorenzo empezó a poner las cosa en su sitio. Se vio una bonita lucha, con varias pasadas entre el español y el italiano, pero la pelea duró bien poco, hasta que el motor del italiano dijo basta y Dovizioso tuvo que retirarse de la carrera. A partir de aquí, carrera a placer para Lorenzo. Pero antes de la baja de Dovisioso, un pletórico Álvaro Bautista, que parecía poder luchar por la victoria, ya se había visto retrasado debido a una caída. Y como muestra de la gran carrera que estaba protagonizando el de Talavera, se reincorporó con una moto que tenía la estribera derecha rota y con el freno trasero inservible, y finalizó en una increíble octava posición. Por detrás del vencedor, Hiroshi Aoyama consiguió finalizar 2º y Héctor Barberá, que no pisaba podium desde Mugello, completó el tercer escalón del cajón. Si la segunda plaza del japonés fue cómoda, pues su comañero de equipo, Mika Kallio, que estaba luchando con él, se había ido al suelo, la tercera de Barberá la tuvo que luchar con el piloto de casa Alex de Angelis y con Thomas Luthi.
Julián Simón acabó 10º, Aleix Espargaró 12º y Efrén Vázquez 16º. Como dato curioso, comentar que estos dos últimos pilotos, compañeros en el equipo BQR, se habían intercambiano las motos para este Gran Premio, cediendo Espargaró la teórica moto buena a Efrén Vázquez.
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