Durante los últimos 18 meses, Pit Beirer y su pandilla han estado diseñando y construyendo un prototipo de MotoGP y toda una nueva estructura para acoger a un piloto rápido experimentado en su seno que les lleve a ser competitivos en 2017. El elegido ha sido Mika Kallio.
El finlandés, protagonista de la lucha fratricida con Tito Rabat por el título de Moto2 en 2014 ya se ha subido a la nueva MotoGP de KTM. ¿Cómo ha sido el cambio desde la Moto2? ¿Qué piensa sobre el desarrollo de la KTM? ¿Qué planes tiene para 2017?
Mika, sabemos que tienes una historia previa con KTM, pero ¿cuándo tomaste la decisión de aceptar este nuevo rol?
Creo que primero hablamos hace más de un año, pero casi en plan de broma, sería mejor hablar cuando el proyecto para MotoGP estuviera empezado convenientemente. Durante la temporada nos mantuvismo en contacto y fue en las vacaciones de verano cuando preguntamos cuáles eran los planes de pruebas para 2016.
El proyecto me resulta interesante por un par de razones. En primer lugar porque como has dicho tenemos una historia juntos y conozco a la gente de KTM desde hace muchos años. En segundo lugar también se que cuando ellos empiezan con algo se lo toman muy en serio y eso es una parte muy importante de mi decisión porque se que intentarán por todos los medios ser los mejores cuando estén en pista.
A nivel personal es bueno formar parte de este equipo y siempre he sido del tipo de piloto apropiado para desarrollar motos, me interesan los pequeños detalles. Durante un fin de semana de carreras siempre chequeo todos los datos por mí mismo y hasta me resulta interesante como piloto.
Otra cosa más es que he sido piloto de Moto2 durante años y esta temporada me ha sido complicado conseguir buenos resultados, justo lo contrario que el año anterior. He sufrido mucho con el cambio de los Dunlop intentando encontrar un feeling apropiado y sabía que la misma estrategia de neumáticos iba a continuar en 2016. Ese ha sido otro motivo que me ha llevado a decidir salir de Moto2 y buscar algo más allá.
¿Cómo crees que afectará tu nuevo trabajo como probador? ¿No competir tendrá una repercusión en tu carrera como piloto? Aunque 2014 no fue una buena temporada, ¿qué piensas de 2016 en adelante?
Claro, he estado meditando todas las posibilidades y considerando los puntos negativos. Perderme las carreras como piloto que siempre quiere competir es algo negativo, evidentemente. Pero tengo que gestionarlo y espero poder estar de vuelta en las carreras para 2017 demostrando a KTM que soy suficientemente rápido como para correr con ellos. Creo que mi carrera no está acabada y que después de un año como probador y ayudando al proyecto puedo estar otra vez en los Grandes Premios.
¿Así que eres ese tipo de piloto que encuentra la satisfacción arañando décimas al crono gracias al trabajo de puesta a punto?
Es importante y creo que a cualquiera en cualquier equipo le gusta ver esa progresión. Pienso que KTM me ha elegido porque confían en que puedo hacer el trabajo y ser un buen piloto probador para ellos. Normalmente ese es uno de mis puntos fuertes que aporto en los equipos: mucha información sobre la moto y muy buena, los detalles que tenemos que mejorar. Siempre estoy dispuestos a aprender cómo funciona cada cosa y las mejoras procedentes de ello siempre son satisfactorias.
KTM tiene un gran nombre en el offroad y son grandes fabricantes de motores. Para ti, tras años montado en 600 cc, ¿te revitalizará montarte en algo un poco más excitante?
(Sonríe) ¡Estuve en MotoGP las temporadas 2009 y 2010 y después en Moto2 la potencia era algo que ciertamente echaba de menos! Es divertido cuando tienes potencia de sobra. No creo que la diferencia de prestaciones sea un problema. En el pasado he estado entrenando con una Superbike y de probador con Michelin en motos grandes. Se lo que tengo que esperar con KTM y sabemos que siempre han sido realmente buenos desarrollando motores.
Pit Beirer ha dicho que el equipo tendrá la sede en Austria y que el proyecto tendrá una gran presencia en España. ¿Cuál te planteas la fase de desarrollo?
Está bien poder acumular vueltas antes del parón de invierno y formar parte del equipo de forma inmediata. Necesitamos algunas vueltas de calentamiento aún y he hablado con Alex Hofmann antes y me ha dicho que la moto ya tiene un comportamiento equilibrado, no hay puntos débiles exagerados. Además, ¡me ha contado que el motor es muy potente! Es como un proyecto completamente nuevo en el que tenemos que mejorar en todos los aspectos. Es difícil decir ahora si tenemos que mejorar el chasis o la electrónica. Necesito coger confianza durante las primeras vueltas y será muy distinto a estas temporadas en Moto2. Tengo que adaptar mi estilo.
Y en Moto3, ¿hay algún plan para ayudarles en la categoría inferior?
No hemos hablado aún sobre eso, creo que de momento tenemos que centrarnos en la MotoGP. Son dos máquinas completamente distintas y empezar a mezclar cosas no es algo que ayude.
Por último, tu vuelta a KTM significa que tendrás a tu disposición motos de offroad, ¿no?
(Sonríe) Sí, ¡nunca se sabe! Recuerdo cuando corría con ellos antes y siempre tenía las mejores motos de cross, pero no las usaba demasiado en pistas de motocross. Solía utilizarlas para carreras sobre hielo en invierno. Cogíamos la base de la moto, modificábamos la suspensión y los neumáticos, que eran de clavos. Desde aquello siempre tengo una KTM en el garaje y aún tengo una 250, una 450 y hasta un 560 de supermotard. Pero quizá pueda hacer sitio para alguna más.
Vía | KTM