Parece que el futuro de las dos ruedas está enfocado en la propulsión eléctrica. Y en este sentido, las empresas del sector buscan diferentes soluciones para adaptar sus productos a las nuevas generaciones. Es el caso de Continental (conocida por sus neumáticos) y Varta (conocida por sus baterías) dos grandes grupos que han decidido trabajar juntos para desarrollar una nueva tecnología que les ayude a impulsar la movilidad eléctrica.
En este caso lo quieren hacer a través de un proyecto piloto en el que están desarrollando un paquete de baterías reemplazables de 48 voltios para motos eléctricas con una potencia por encima de los 10 kW (13CV). Lo que vendría a ser una moto de 125 cc, sector en auge en Europa gracias a la convalidación de los carnets de conducir.
Nueve kilogramos de peso, autonomía de 50 kilómetros y una potencia de 10 kW
Continental, a través de su subsidiaria Continental Engineering Services (CES) y Varta, especialista en baterías, han firmado un acuerdo para desarrollar nuevas tecnologías y productos con el objetivo puesto en lograr avances sostenibles en el campo de la movilidad eléctrica. Y para ello su primer proyecto piloto se ha centrado en el mundo de las dos ruedas.
Conjuntamente han creado un paquete de baterías eléctricas extraíbles de 48 voltios capaces de impulsar vehículos de dos ruedas por encima de los 10 kW (13 CV). Estas vehículos eléctricos son comparables en potencia a una moto o scooter de propulsión convencional con una cilindrada de 125 cc.
La batería de iones de litio creada por Varta, denominada V4Drive, se caracteriza por tener un rendimiento muy alto, por poder desarrollar una carga rápida y además contar con un diseño compacto capaz de resistir las bajas temperaturas.
Todo ello se aplica a las motos de dos ruedas gracias a un sistema de administración eléctrico desarrollado especialmente por Continental (CES) con el que se han conseguido sus características especiales. Siendo estas un peso de tan solo 9 kg por módulo, una autonomía de 50 kilómetros y 10 kW de potencia. Además, las baterías son conectables en serie, con lo que se podrá doblar su autonomía hasta los 100 kilómetros.
Pero sin duda la mejor parte es que se pueda extraer de la moto o ciclomotor y transportar a cualquier sitio para cargarla. Una solución de lo más inteligente para evitar los periodos de espera en las estaciones de recarga con los que se cuenta actualmente.
No sabemos si estas soluciones se van a aplicar ya en algún modelo en concreto pero no nos cabe la menor duda de que el futuro de la movilidad eléctrica urbana pasa por aplicar soluciones de este tipo.
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