Si hay algo que nos de pena a todos aquellos que somos amantes de las motos y de los buenos diseños, es que un fabricante que acostumbraba a dejarnos boquiabiertos con sus creaciones eche el cierre. Y aunque parezca un deja vu esto que os estamos contando, parece que esta vez es la definitiva y Bimota no volverá abrir sus puertas de forma definitiva.
El fabricante italiano llevaba ya tiempo en la cuerda floja, pero unos inversores suizos compraron la empresa hace cosa de cuatro años y trataron de devolverle el esplendor que tanto le había costado ganar, pero al parecer, tampoco ha sido suficiente para mantener a flote la producción.
Poco queda ya de la empresa fundada en 1973
La historia de Bimota forma parte de la historia viva del motociclismo desde su fundación en Rimini en el año 1973 por Valerio Bianchi, Giuseppe Morri y Massimo Tamburini. De sus puertas han salido diseños que hoy se han convertido en iconos de las dos ruedas como la Bimota V-Due en la que tanto el chasis como el motor eran del fabricante, la Testi con su sistema de dirección o la última BB3 con motor BMW y con la que no consiguieron el éxito de ventas que esperaban.
Nuestros compañeros de CycleWorld pudieron hablar con Bruno de Prato y al parecer la nave donde se encontraba toda la producción de Bimota está prácticamente desmantelada y solo quedan alrededor de cinco trabajadores al cargo de los restos de piezas de motos que no se han llegado a ensamblar.
¿Y a donde ha ido a parar todo lo restante? Pues según dice de Prato se ha trasladado todo a una nave propiedad de los inversores Daniele Longoni y Marco Chiancianesi, los actuales dueños de Bimota, para terminar de completar los pedidos que ya se habían realizado. De esta manera, podría decirse que han cesado sus operaciones comerciales y que van a echar el cierre de forma inminente.
Es una noticia que nos sorprende a todos, ya que, en el EICMA de 2015, Bimota presentó varios modelos con unos diseños muy atractivos, como la Tesi 3D RaceCafe o la Impeto, y daban a entender que la inyección de capital suiza en 2013 estaba dando sus frutos. Nada más lejos de la realidad, ya que ninguna de las dos pasó de la fase de concepto.
Ahora, faltará por saber que ocurre con todo el material que se quedará almacenado y al que a muchas personas seguro que les gustaría acceder en algún formato tipo subasta, pero de momento, los pedidos se están terminando y muchas de las piezas se están consumiendo. Es una lástima que un fabricante con unos diseños tan atrevidos y espectaculares tengo decir adiós por falta de clientela.
No siempre va a venir un inversor ruso a salvarnos el culo…