Las ITV se crearon en España en los años 80 para evitar las elevadas cifras de siniestralidad que había en las carreteras hasta entonces pero también para adaptar la legislación española a la política europea. Un salto que nuestros vecinos en Francia nunca acabaron de dar con sus motos pero al que se les estaba obligando desde hace unos meses.
Y es que tras haber sido aprobado un decreto en agosto en el que se dictaminaba la obligatoriedad de pasar una Inspección Técnica de Vehículos a partir del 1 de enero de 2023 para toda moto francesa con más de 4 años, finalmente ha tenido que ser abolido después de varios meses de disputa en los que se ha ido demorando su entrada en vigor con varios recursos.
Las motocicletas francesas seguirán sin pasar ITV
Tras varios años de tira y afloja entre Europa y la administración francesa, nuestro país vecino llegó a instaurar un decreto en agosto por el cual se obligaba a pasar una ITV a motocicletas con más de cuatro años a partir del 1 de enero del 2023.
En él se especificaba que dichas inspecciones se empezarían a realizar a los cuatro años de un vehículo y que posteriormente habría revisiones cada dos. En el caso de las motos históricas/colección el periodo de vigilancia se alargaba de cinco en cinco años.
Sin embargo, para poder llevar a cabo este ejercicio, las motos anteriores a 2016 tendrían que pasar la ITV en 2023 y las matriculadas entre el 2016 y 2020 deberían hacer lo propio en 2024. Así quedaría instaurada la medida para que cualquier moto al cumplir los cuatro años tuviese que pasarla. No obstante, el decreto nunca se llegó a ejecutar ya que la presión social y el compromiso de diferentes partidos políticos hizo que se retrasase la medida varias veces hasta que al final, y tras la intervención del propio Presidente de la República, Emmanuel Macron, puso en pausa el procedimiento aprobado.
Ahora el ministro de transportes, Jean-Baptiste Djerbbari, ha confirmado finalmente que no se llevará a cabo la ITV obligatoria para motos como se había estipulado el año pasado. En su lugar se tomarán ciertas medidas de control para evitar modificaciones que afecten a la normal circulación de los vehículos, prestando especial atención a los niveles de ruido que puedan emitir llevando emparejadas multas de hasta 1.500 euros.
La eliminación de la ITV no se hará efectiva hasta que se confirme la anulación del decreto por parte del Consejo de Estado francés y, posteriormente, se publique en el Diario Oficial (el BOE francés) el 8 de abril.
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