Los grupos de WhatsApp y Telegram en los que se avisa de controles de tráfico o de la simple presencia de las autoridades en determinados sitios con el fin de burlarlos están a la orden del día. Y parecían tan impunes como legales. Pero ese ha cambiado.
Estos grupos han obligado incluso a cambiar el modus operandi y la forma de trabajar de la Guardia Civil. La Benemérita está enfadada con esto; pero no pueden hacer nada, de momento. Y puede que no quede mucho para que eso cambie.
El PSOE pretende reformar la ley para castigar este tipo de actividades
Estos grupos proliferan en ámbitos regionales muy concretos. Hay grupos para ciudades, regiones e incluso de Comunidades Autónomas. El fin es siempre el mismo: avisar de la presencia de la policía o Guardia Civil haciendo controles o poniendo radares para esquivarlos. Y son tan comunes y eficientes que hay hasta meses de espera para entrar a ellos, los más concurridos.
Pasa en Cantabria, en Madrid, Asturias, Castilla y La Mancha y hasta en tu pueblo. Y tiene a la Guardia Civil en jaque: "Podemos estar avisando a un conductor borracho que puede venir contra nosotros o contra un familiar o un amigo", denuncia un agente a La Voz de Galicia.
En estos grupos, defiende desde su postura, "están todos los que beben alcohol a diario, los que no tienen puntos, los que no tienen carné. Eso es lo que los hace peligrosos. Cuando avisas estás creando un peligro contra tus vecinos y familiares. Y es un peligro que va a más".
La consecuencia directa es bastante obvia, denuncian al citado medio otras asociaciones como Stop Accidentes: "Hay menos controles de la Guardia Civil con el agravante de que en las redes sociales se están dando avisos de los controles".
Estos grupos han obligado, literalmente, a la Benemérita a cambiar su estrategia de vigilancia, menciona un cargo público gallego: "Es muy grave porque estás aumentando la sensación de impunidad ante el alcohol, las drogas, el exceso de velocidad o el uso de cinturón". Incluso habla de que los fallecidos que dan positivo en alcohol y drogas "no se reflejan en los controles porque los eluden".
Con la Ley de Tráfico en la mano, esto no es un delito. En España pena los detectores e inhibidores (funcionan por ondas e incluso bloquean las sales del radar), pero no los avisadores.
En estos últimos se utilizan las bases de datos de radares de Tráfico (públicas) y los avisos de los propios usuarios. En ellos está el problema.
Con la de tráfico no, pero con la de Seguridad Ciudadana sí. De hecho, ya ha pasado en Galicia. Según publica Faro de Vigo, se han impuesto dos sanciones, una a una empresa española que gestiona un app que informa de radares y controles, y otra "a un particular de la provincia de A Coruña que gestiona grupos de WhatsApp con más de 15.000 usuarios en los que alertaba de la presencia policial". Lo han hecho basándose en el artículo 36.23, que reza:
Son infracciones graves: El uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información.
Ahora el tema se dirimirá en los juzgados. Mientras, la DGT quiere poner coto a esto, jurídicamente. El PSOE ya ha registrado una proposición no de Ley para pedir que se castigue a los avisos por estos grupos.
Piden que se cambie la Ley de Tráfico para sancionar a "quienes proporcionen información que dificulte o impida la labor de control de los incumplimientos de las normas". Pasará a ser debatido en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, y tiene todos los mimbres para salir adelante. Y eso significará el fin de estos grupos, o al menos, la persecución legal.