Los Cascos Púrpuras viven en la Isla de Man en el castillo Wintop al Oeste de Baldwin. Ellos duermen todos juntos en una gran cama redonda, comen ramitas y hojas que recogen en las plantaciones locales y durante las noches de otoño se les puede oír cantándose unos a otros para dormir. El brillo de su fogata se ve desde varios kilómetros. Ninguno de sus miembros se llama por su verdaderos nombres todos se llaman por sus apodos para así proteger su identidad de mujeres y dentistas.
Así es como se presenta este cómico grupo de acróbatas de la motocicleta, que divierten a miles de personas en citas moteras de primer orden como en el TT de la Isla de Man. El vídeo que os dejo de una de sus actuaciones no tiene desperdicio y en varias ocasiones me he encontrado riéndome con sus locas maniobras.
Inconfundibles, con una indumentaria muy particular que parece salida de la película Mad Max y con un humor que me recuerda en ocasiones a la serie de Benny Hill no dejan indiferente a nadie. Muchos de sus miembros son antiguos pilotos de enduro que incluso continúan corriendo pruebas en categorías de veteranos y parece que se lo pasan en grande en cada actuación.
Además su filosofía de trabajo es tan alocada como sus actuaciones. Así nos indican que no existe ningún líder en los Cascos Púrpuras, ellos tienen una forma de democracia llamada “Clinglip” en la que el que aguanta más tiempo con una piedra caliente sobre la cabeza, es al que se le permite tomar la decisión. Por eso si tienes la oportunidad de ver a un miembro de los Cascos Púrpura sin su casco podrás observar las señales de esas quemaduras, que nunca han sido fotografiadas.
Solo ocho de los integrantes de los Cascos Púrpuras han estado en prisión, sobre todo por amenazas o por cazar gansos en época de veda.
En definitiva unos locos muy graciosos.
Vía y fotos | The purple helmets
Vídeo | Gaskrank tv