Kawasaki H2 y H2R. Son el culmen de la tecnología, de la rapidez, de la bestialidad. La moto japonesa se actualizó radicalmente en 2014. Han pasado más de diez años; una década. Y ahí sigue, con cambios menores (menorísimos), pero el mismo diseño atemporal.
Es el arte de hacer motos rotas. Motos que en su día todos consideraron con un estilo radical, ambiguo y hasta roto porque rompían con lo conocido. Esta es una de ellas. Y les ha funcionado tan bien que en 2025 sigue siendo casi idéntica a la presentada en 2014.
Kawasaki H2R: mezcla de arte y ciencia ficción. Una moto atemporal
Hay muchas sagas de motos que han permanecido décadas y décadas en el mercado. Las CBR, las R de Yamaha, las ZX-R, las GSX-R, las Duke... Pero todas ellas han vivido cambios sustanciales en su ciclo de vida. Kawasaki se atrevió a hacer algo que no muchos se atrevieron: romper una moto para hacerla radical y agresiva, y no tocarla en años. Es el éxito de la H2 y H2R.
Porque sí, tiene muchos títulos nobiliarios de los que hoy no hablaremos porque no es el tema. Es la moto de producción más rápida del mundo, y es el pináculo de la potencia y tecnología de los de Akashi. Pero pocos se han dado cuenta de que lleva una década con el mismo diseño.
El diseño de la Ninja H2 parece sacado de una película de ciencia ficción. La carrocería, afilada y compacta, fluye como si hubiera sido esculpida por el viento. Cada línea y cada curva tienen un propósito: reducir la resistencia aerodinámica y maximizar la velocidad. Sin embargo, hay algo más allá de lo funcional en su silueta. Hay un aura de agresividad y exclusividad que pocas motos en el mundo pueden igualar.
Encontrar información al respecto ha sido una tarea ardua. En el equipo de trabajo, la cabeza visible fue Satoaki Ichi, el ingeniero líder. Sin quererlo, rompieron los esquemas del diseño en las motos:
"La potencia estaba ahí. El problema era más cómo expresarlo, hacer diferente al nuevo modelo. Es el concepto de 'más allá de lo creíble'; queríamos un nuevo mundo que redefiniese el concepto de moto moderna".
Otro de sus compañeros de desarrollo habla de cómo "en numerosas discusiones con Ichi-san (desarrollador líder del proyecto) y otros ingenieros, decidimos que nuestra dirección debía ir hacia la emoción y excitación antes que a ser fácil de rodar".
El manual de desarrollo de la H2R especifica claramente que "la serie Ninja H2 fue fabricada y terminada basándose en un diseño que persigue la funcionalidad, belleza y artesanía para que no sólo su paseo excite, sino también su sola presencia excite al piloto". Eso ya dice mucho.
Que diez años después una marca siga con el mismo diseño de moto es plausible, y muy pocas lo han conseguido. Si acaso, otro peso pesado como la Honda CBR600RR, cuyas líneas han permanecido impertérritas desde el 2014. Aunque aquí no se vendió hasta este año, los nipones han mantenido el mismo estilo de moto.
En la misma onda camina la Suzuki Hayabusa ¿Cómo? Igual que la H2 y H2R: a base de líneas agresivas atemporales. Pero solo un par de marcas han sido capaz de ello.
Eso me hace pensar, ¿cómo envejecerán las naked actuales, con diseños tan rotos y estrambóticos? El que tenga una naked de nueva generación seguramente tenga una moto atemporal por los siglos de los siglos; o al menos, en las próximas décadas.