El otro día me enviaban un buen artículo de The Guardian donde hacían hincapié en diez actitudes erróneas en las que los conductores caen a menudo. Por supuesto estas diez creencias contradictorias y equivocadas son aplicables con pequeñas adaptaciones al pilotaje de nuestras motos.
Tras varios años de estudio e investigación de la llamada “traffic psychology” se establecen nuevas explicaciones más complejas entre todos los factores que acaban desencadenando un accidente. Más allá de los descuidos o el “conductor problemático”, se plantea un nuevo enfoque, en el que se establece que incluso conductores experimentados sobrevalorando su conocimiento de la carretera, con creencias contradictorias, o sobrepasando los límites de capacidad cognitiva pueden acabar desencadenando situaciones peligrosas. Lo que podemos resumir sencillamente en que muchas veces “nos pasamos de listos”.
* 1 No nos damos cuenta de que estamos siendo agresivos, o no nos importa
Las motos que no respetan la distancia de seguridad, o incluso los que con su moto bloquean e intimidan a otros en la carretera. En las investigaciones realizadas, los conductores jóvenes alcanzan una puntuación más alta en la búsqueda de sensaciones y de impulsividad, que les llevan a comportarse de manera más agresiva cuando pilotan. Y además muestran una menor sensibilidad al castigo, siendo menos receptivos a la disuasión por la multa.
* 2 Creemos que conducimos de una manera más segura de lo que realmente hacemos
Tras obtener nuestro permiso de conducir, y adquirir más experiencia, realizamos de manera automática muchos de los procedimientos. Así como podemos anticiparnos al comportamiento del resto de conductores, lo que puede crear la falsa sensación de que podemos controlar cómo actúa el resto de conductores. Del mismo modo, que se subestima la seguridad de conducir sin respetar los límites de velocidad, y creyendo que la distancia de frenado es menor que la necesaria. Los conductores no comprenden que es muy complicado conocer con exactitud la distancia de frenado, al depender no sólo de la velocidad sino también de las características de la calzada, neumáticos, frenos o meteorología, y no digamos subidos a una moto.
* 3 Olvidamos que los otros conductores también son personas
Cuando alguien, accidentalmente, nos golpea con una bolsa o una maleta en la acera, la reacción natural es disculparse y retirarse. Pero en la carretera, es demasiado común entrar en una dinámica agresiva con el otro conductor. Algunos usuarios de las vías (conductores de coches, motos, ciclistas) deshumanizan a los otros conductores o peatones. Actuando de manera distinta ha como lo hacen en otros aspectos de su vida. La pérdida de la inhibición es similar a la que ocurre en los comportamientos online.
* 4 Aún se es más agresivo con aquellos de “bajo estatus”
Según los estudios británicos del artículo, se siguen manteniendo los roles de moto nueva, mejor que moto vieja, moto grande mejor que moto pequeña… Y el de ciertos conductores que no respetan las preferencias de los peatones en ciertos puntos de la vía.
* 5 Nosotros creemos que podemos ver todo lo que ocurre a nuestro alrededor
Nuestros sentidos reciben una gran cantidad de información, aun mayor de la que podemos llegar a procesar, lo que convierte en imprescindible el adecuado tratamiento de la información en los sistemas cerebrales de atención. La mayor parte del tiempo, obviamos la gran cantidad de información que no procesamos y perdemos. En carretera, esta información no procesada o perdida, crea una sensación de falsa seguridad.
* 6 Pensamos que los otros conductores no pueden vernos
Y un ejemplo muy gráfico es estar parados en un semáforo y ver como el conductor del coche se hurga en la nariz o en el interior de la oreja en busca de un tesoro. Estos aspectos no tienen mucho que ver con la seguridad vial salvo para algunos políticos canadienses.
* 7 Atribuimos conatos de accidente a la falta de capacidad en los otros conductores
En general, no somos capaces de dar cuenta de las razones circunstanciales por las que otros conductores pueden ponerse en nuestro camino o parecen actuar peligrosamente. Los psicólogos llaman a esto, el error fundamental de atribución – tendemos a atribuir los errores de los demás a su personalidad o capacidad. Mientras que disculpamos nuestros propios errores debido a las circunstancias. "Ese camino es peligroso","Tuve que conducir rápido o habría llegado tarde".
* 8 Mientras que al mismo tiempo sobreestimamos nuestras propias habilidades
Si piensas que eres un piloto altamente calificado, lo más probable es que no lo seas. El 80-90% de los conductores creen que tienen capacidad superior a la media. Esta tendencia a ser ciegos a nuestra propia incompetencia se llama el efecto Dunning-Kruger.
* 9 Conducimos, asumiendo más riesgos, cuando vamos en solitario
Por lo general, solemos conducir con menos cuidado y de manera más agresiva cuando estamos solos. Todavía no se ha llegado a conocer las razones con exactitud, pero muchos conductores sí que conocen este cambio en su comportamiento, sobre todo cuando llevas en el asiento trasero a alguien que aprecias de verdad.
* 10 Creemos que los teléfonos de manos libres son 100 % seguros
En el Reino Unido es ilegal utilizar un teléfono móvil convencional mientras se conduce, mientras que la alternativa de manos libres está autorizada.Vamos, como en nuestro país. Este es un gran ejemplo de la ley a la zaga la ciencia. La evidencia muestra que el uso de un teléfono de manos libres no es menos peligroso que el que habla en un teléfono móvil de mano. Lo que hace que estas conversaciones telefónicas seguras no es tanto el acto de sostener el teléfono como la distracción por la conversación. La falta de lenguaje corporal hace que este tipo de conversaciones, especialmente exigente, que requiere que nos comprometamos más recursos cognitivos y distraernos más lejos de la carretera.
Conducir es una de las tareas más complejas de comportamiento que realizamos en nuestra vida pese a que parece tan mundana y sencilla. Aún así, la próxima vez que estés subido en tu moto y te sientas molesto, frustrado o con un cuerpo extraño en la nariz, pregúntate si no estarás cayendo en cualquiera de los anteriores errores.