La legendarias siglas G/S: el mito que fraguó BMW Motorrad en el desierto del Sáhara
Puede que ahora consideremos las motos trail como algo habitual, pero hubo una época en la que no existían, hasta que llegó BMW. Con las primeras BMW G/S de 800 y 1000 cc la firma bávara creó, gestó y afianzó en la década de los ochenta el segmento de las grandes motocicletas trail. Con capacidades endureras para el Gelände, y las comodidades y prestaciones necesarias para el Strasse.
37 años después de la invención de ese nicho de mercado no hay otra motocicleta cuyas siglas provoquen algo igual. Nueva o antigua sus afortunados propietarios siguen provocando la envidia de los que siempre quisieron una, más ahora que el mercado demanda recuperar estéticas antiguas como la preciosa BMW R nineT Urban G/S que probamos hace sólo unos días.
Endurerecerse o vender
La laureada creación se empezó a gestar en un momento difícil para la firma alemana. Las marcas japonesas ya habían entrado con fuerza en el mercado europeo, y las ventas de BMW y otras firmas europeas se veían resentidas. Necesitaban un cambio de rumbo para mantenerse en lo más alto.
El grupo de la hélice cambio de dirección ejecutiva debido a los malos resultados económicos de finales de los 70, y tomó la decisión de dar un nuevo giro y aportar algo que les devolviera el éxito, o si no vender la filial de la marca. Casi sin pretenderlo, crearían una moto que afianzaron como la reina de su sector en los primeros cinco años de vida del modelo y que casi 40 años después parece inamovible.
En sólo 18 meses, y partiendo de los prototipos y las monturas de los propios empleados de la fábrica de Berlín, el ingeniero Laszlo Peres alumbró una máquina de la que pensó que “nunca habría tenido tanto éxito”. La idea se gestó a partir de ideas de aquellos que camperizaban sus BMW para competir en los nacionales y regionales alemanes
La BMW R 80 G/S se presentó al mundo en la Muestra Internacional de Motocicletas de 1980. El concepto de una nueva y fiable trotamundos de generosa cilindrada y capacidades para el offroad fue un éxito rotundo para prensa y público.
A la marca bávara solo le quedaba impulsar ese éxito comercial en el escenario ideal para vender motos: las carreras. BMW inscribió a sus GS en las diferentes competiciones offroad. Desde las más modestas hasta donde forjó su leyenda en el novedoso Rally París-Dakar. También al otro lado del charco, coronándose como campeona en la Baja California durante tres años consecutivos, de 1983 a 1985.
Las G/S en los primeros años del Rally París-Dakar
Aunque la legendaria aventura creada por Thierry Sabine se disputó por primera vez en 1979, las GS tardarían un par de años en empezar a cosechar triunfos. El primero llegaría de la mano Hubert Auriol, acompañado de la cuarta y séptima posición de Fenouil y Bernard Neimer respectivamente. Este último con una unidad casi de serie. El mito estaba creado.
Para finales de ese mismo año, 1981, según BMW habían salido de Berlín 6.631 motocicletas. Una de cada cinco maquinas vendidas era una GS. Auriol repetiría el triunfo en 1983 sobre el prototipo oficial denominado GS 980 R, al que se le aumentó la cilindrada y la potencia hasta los 70 cv.
La victoria significaría el nacimiento de la edición especial BMW R 80 GS París-Dakar, y el germen de la futura 1.000 cc. Este mismo año, Juan Porcar hacía su segundo intento de terminar la carrera más dura del mundo sobre la R 80 GS azul y blanca Ducados.
Un año después, en el 84, sería Gastón Rahier quien consiguiese la corona para BMW. Auriol quedó en segunda posición y Loizeaux cerró la clasificación para el equipo oficial BMW Penthouse con un quinto puesto. El belga (Rahier) repetiría triunfo en 1986, el que sería el último año que las GS oficiales hicieran el Paris-Dakar.
Un año después, la marca ya introducía a la serie su famoso Paralever a las R 80 y R 100 GS. Otro más tarde, en 1988 nacería sin muchos cambios el germen de la actual R 1200 GS Adventure, la R 100 GS París-Dakar que traía ya de serie las defensas rojas. El modelo iría evolucionando hasta nuestros días, donde BMW ha querido recuperar el modelo clásico del que descienden todas las GS, con su estampa pero con las bondades de la técnica actual.
Inspirada en los antiguos héroes del Rally
La BMW Concept Lac Rose levantó tanta expectación cuando fue presentada en el EICMA de 2016 que finalmente la marca está a punto de sacarla a la calle dentro de la familia de la NineT, recuperando incluso en su nomenclatura sus siglas partidas con la BMW R Nine T Urban G/S.
BMW nos la devuelve con una tecnología acorde a nuestros días, pero con una imagen que reproduce incluso su combinación de colores además de su anguloso depósito de combustible con tonos azules, guardabarros alto en blanco, carcasa del faro a juego, asiento biplaza en rojo y demás detalles como el velocímetro circular analógico o el bastidor en negro. Por supuesto con su bóxer de 1.170 cc y 110 cv de potencia.
Todo muy bien pensado para sentirte un poco como lo hacían los antiguos héroes del rally a su llegada al Lago Rosa si tienes los euros que costará. Ninguna en su familia es barata, pero tiene unas posibilidades entre el equipamiento de serie y el opcional como nunca habrían soñado los aventureros africanos.
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