La Yamaha SR400 está llegando a su fin. En algunos países todavía se puede comprar nueva, pero las últimas leyes en cuanto a restricciones se refieren, como la famosa Euro 4, están llevando a su fin a todas estas monturas con estilo retro y que están refrigeradas por aire. Pero no hay que preocuparse, todavía las veremos circulando por las carreteras y sobre ellas veremos algunas preparaciones como esta.
Se trata de una SR400 de estilo cafe racer obra de unos preparadores del país vecino, los portugueses Nuno Capêlo y Ricardo Santos. Un arquitecto reconvertido a diseñador de motos y un cocinero que tras años trabajando entre fogones decidió centrarse exclusivamente en sus propios proyectos.
La parte ciclo, su punto fuerte
La historia de esta moto, que os contamos gracias a nuestros compañeros de BikeExif, comienza con un concurso que Yamaha Portugal anunció para que todos los constructores presentaran sus diseños y pudiesen personalizar una SR400, pero finalmente el concurso fue cancelado. Aun así, quedaron tan impresionados por su diseño que decidieron apoyar a Nuno y Ricardo y les entregaron una moto nueva para que llevaran a cabo su proyecto.
La idea de ambos desde un principio era que la SR400 fuese lo más rápida y ágil que fuese posible, pero sin modificar nada de su pequeño motor de 399 cc. Así que sus esfuerzos se centraron en el chasis y modificaron las horquillas, que son de una Yamaha YZF-R1 con componentes internos de K-Tech, los amortiguadores traseros son Showa y sirven de apoyo para el sub-chasis y las llantas son de 17 pulgadas con neumáticos Michelin.
En la parte de los frenos, el equipo descarto el disco de freno delantero simple y se decantó por unos frenos de zapatas de 260 mm que cogieron prestados de una Yamaha TR3 de carreras. El sistema de frenos y el embrague se convirtieron a hidráulicos para mejorar la mordida y que el mantenimiento fuese mucho más sencillo.
En cuanto a la carrocería, el ingeniero y el cocinero reconvertido crearon una sección trasera en fibra de vidrio partiendo de un molde de espuma fabricado a mano. El diseño encaja a la perfección con el tanque de combustible modificado y termina en una luz trasera única, hecha a medida con varias aletas de material acrílico que sirven de luz de freno e intermitentes.
Otro de los puntos más destacados es el asiento, confeccionado en una tela de corcho a juego con los puños. El depósito de combustible alberga el tacómetro y el reloj que, junto a la tapa del depósito de combustible de tipo Monza le dan un toque muy especial.
El color de la moto fue pensado para combinar lo moderno y lo clásico dentro del mismo conjunto. Las partes más curvas de la moto como el carenado o el depósito son blancas, mientras que las zonas más afiladas y con un toque más moderno son negras. Un gran trabajo por parte de estos portugueses que presentaron está hace unas semanas en el Wheels and Waves.
Más información | Capêlo´s Garage
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