Probamos la Benelli BN 302 R de la Copa Benelli - Cetelem: una moto de carreras en formato asequible
Correr sin dejarse todos los ahorros. Esa ecuación es difícil de conseguir en un tiempo donde parece que si no llevas un avión de moto no te puedes divertir. Benelli se ha propuesto demostrar todo lo contrario lanzando una copa monomarca protagonizada por su moto deportiva: la Benelli BN 302 R.
La receta es tan sencilla como darle a los clientes todo lo que necesitan por el mínimo dinero posible, y así, por unos 10.000 euros por temporada, poder disfrutar de todo un año de carreras con todo incluido, sin preocupaciones y destinado a todos aquellos que quieran probar la adrenalina de las carreras de una forma accesible.
Cómo correr en la Copa Benelli - Cetelem
Toda la adrenalina de correr por el menor dinero posible. Esa es la propuesta que lanza la Copa Benelli - Cetelem con un formato teóricamente asequible, sin demasiadas complicaciones y una moto apta para todos los niveles de pilotaje. Porque al final aquí lo importante es divertirse.
Bajo esta premisa la Benelli BN 302 R se pone a disposición de un certamen que se corre de manera conjunta dentro de la categoría de Supersport 300 del Campeonato Interautonómico de Velocidad (CIV) y al amparo de un reglamento elaborado bajo las directrices de la FIM y la RFME.
Dentro de las opciones para correr en la Copa Benelli encontramos dos diferentes, ambas tomando como base la Benelli BN 302 R de serie, una moto deportiva con motor bicilíndrico de 300 cc que de serie ofrece 35,4 CV y 27,4 Nm de par motor para un peso en seco de 180 kg.
El Kit Racing es la opción más económica (y obligatoria) por un precio de 4.950 euros a cambio de los que la BN 302 se viste con una carrocería de fibra completa, estriberas regulables, escape Arrow con colectores de escape de acero, suspensión delantera tocada por Andreani, amortiguador trasero Öhlins, latiguillos metálicos y una centralita mejorada. Según la página web del organizador, con este kit se consigue llevar al motor hasta los 47 CV.
Por otro lado está el Kit Factory que puede incluir datta logger, un juego de desarrollos, tapones, centralita NT Parts, radiador adicional, batería de litio, neumáticos, calentadores, cambio semiautomático, caja de filtro de aire, amortiguador Ölins, amortiguador de dirección Öhlins, bomba de freno radial Brembo, semimanillares y puño de gas rápido. Se vende cada elemento por separado y no en formato de paquete completo cerrado para evitar un exceso de costes.
Estos kits serían en caso de ya tener una Benelli BN 302 R, pero si llegamos sin nada y queremos correr esta competición el precio de acceso por la moto más el Kit Racing es de 8.250 euros más IVA. A esto habría que sumar 630 euros más IVA por la inscripción y registro, con acceso a todas las carreras del calendario además de un mono de carreras y un juego de ropa de paddock.
Este año la Copa Benelli - Cetelem cuenta con un calendario compuesto de seis pruebas, así que previsiblemente para el año próximo esta cifra se mantenga o incorpore alguna carrera más, pues esta temporada un séptima prueba en Cartagena se ha quedado fuera de juego. Las fechas de 2018 han sido o son las siguientes:
- Cartagena: 4 y 5 de mayo
- Navarra: 22 y 23 de junio
- Albacete: 20 y 21 de julio
- Valencia: 21 y 22 de septiembre
- Jerez: 19 y 20 de octubre
- Montmeló: 16 y 17 de noviembre
Una moto de carreras a una escala accesible
Gracias a Benelli hemos podido rodar con la BN 302 R de la copa en el madrileño Circuito del Jarama. Pese al sol abrasador típico del verano madrileño no dudamos en enfundamos la equipación de circuito para ver de qué es capaz esta deportiva de origen asiático.
Subida a los caballetes y calzada con unos pegajosos Pirelli Supercorsa SC1, el compuesto más blando de la firma italiana, y con unos calentadores para que las gomas no perdieran demasiado tiempo en calentarse, lo primero fue reconocer a nuestra compañera de baile.
La Benelli BN 302 R es una moto de corte deportivo de tamaño tirando a pequeño, pero sobre todo es una moto muy estrecha. La bajamos de los caballetes y al subirnos sobre ella por primera vez nos encontramos sobre una moto que es muy, muy alta, al menos con la configuración de carreras apenas llegamos al suelo, pero eso es lo de menos.
Tras unas instrucciones básicas sobre el régimen de giro, el cambio (semiautomático invertido) y poco más, salimos a pista y rápidamente nos damos cuenta de que su tacto no es el de una moto de calle. La BN 302 R se siente una moto recia, dura, consistente... vaya, justo lo que tiene que ser una moto de carreras.
Empezamos a estirar marcas en su pequeño motor de dos cilindros en paralelo y, como era de esperar, sólo hay chicha disponible en la zona alta del tacómetro, concretamente entre 9.000 y 11.000 revoluciones, y gracias a la centralita específica que permite girar al propulsor 1.000 vueltas por encima de su régimen máximo de serie donde entrega 35,4 CV sin modificaciones.
Por debajo de 8.000 vueltas no hay nada, así que tendremos que estar jugando constantemente con el cambio para intentar perder el menor tiempo posible a la salida de las curvas. Cuando estira arriba sí que encontramos empuje para movernos con soltura, especialmente entre los virajes de un circuito no demasiado rápido como el del Jarama, pero posiblemente su potencia esté lejos de los 47 CV que promete Benelli en la web del evento.
A nivel de parte ciclo se nota que la Benelli BN 302 R es una moto sobredimensionada para su motor. El chasis multitubular de acero con estructura en configuración de doble viga es sólido más que de sobra para resistir los embites de un propulsor que hace lo que puede en pista, así que podemos dedicarnos a buscar los límites de las suspensiones.
El conjunto está firmado por una horquilla delantera invertida de 45 mm de diámetro tocada por Andreani u Öhlins (dependiendo de la preparación escogida) y un monoamortiguador trasero del fabricante sueco cuyo tacto es realmente bueno. Son duras porque contienen todo lo que quieras forzarlas en curva y aguantan el tipo de manera superlativa en frenadas, pero al mismo tiempo transmiten toda la información necesaria sobre lo que está ocurriendo bajo los neumáticos.
Sobre los frenos pasa más o menos lo mismo que con la parte ciclo, porque hay equipo de sobra para las necesidades de la moto. Por la potencia de su motor y por lo manejable y ágil que resulta a la entrada de las curvas, la BN 302 R requiere un pilotaje muy distinto al de las motos grandes: tienes que llegar rápido a la curva, frenar tarde pero muy poco y tirar la moto haciendo una trazada muy redonda para salir con la máxima velocidad posible.
Sin la preocupación de estar revisando tiempos ni de estar dentro de una carrera, la verdad es que la Benelli BN 302 R preparada con elementos del Kit Factory nos dejó un regusto bastante sabroso. Ese paladeo que te dejan las motos de carreras aunque sea en un formato modesto como es el caso y aunque se note que sobran dígitos sobre la báscula. Una comparación clara la podemos establecer con la Yamaha YZF-R3, y es que la moto de Iwata declara 169 kg con todos los llenos hechos contra los 180 kg de la Benelli BN 302 R en seco.
En cualquier caso la BN 302 R es una moto para ir rápido en curvas y de esas que realmente te enseñan a pilotar. Una moto con la que divertirse a fin de cuentas y que nos ha metido el veneno en el cuerpo lo suficiente como para plantearnos hacer un wild card en lo que resta de temporada en la Copa Benelli - Cetelem.