Cuando el piloto de enduro Matt Spears compró una Suzuki Hayabusa de 200 CV para hacer enduro, la jugada no le salió del todo bien. La reventó en una salida de menos de media hora, literalmente. Eso ha dado paso a una preparación muy bruta, la que ha apodado como la moto de enduro más rápida del mundo.
El resultado es una Hayabusa preparada hasta los topes y con neumáticos de tacos volando por el monte con sus casi 200 CV de potencia. Toda una dosis de pilotaje extremo de la que podemos aprender unas cuantas cosas.
Suzuki Hayabusa Enduro: una máquina en carretera, o volando por el monte
Todo el que haya practicado algo de enduro, aunque sea poco, se habrá dado cuenta de que se necesita habilidad y destreza. Eso sobre una moto preparada para ello. Ahora imagínate hacerlo sobre una deportiva; las dificultades son obvias.
Pues Matt Spears, que lleva unos cuantos años practicándolo, se ha pasado al lado oscuro: de montar una enduro ha pasado a llevar una Gold Wing por el monte a hacerlo ahora con una Hayabusa que ha preparado hasta los topes.
En su primera salida se dio cuenta de que una deportiva no estaba para esos menesteres. Así acabó con el carenado y el cárter reventado; sin una gota de aceite en el motor. Pero no era imposible, así que se metió al garaje con unos colegas para prepararla hasta arriba. Y así pasaron unas cuantas semanas hasta que la dejó como la bestia que es ahora: una deportiva de enduro.
El primer cambio radical es que tiene neumáticos de tacos. Como no encontraba una variante así para la medida de serie de la moto, terminó por hincharlo con una tira de goma en un lateral. De malas maneras, la deportiva luce ahora como un verdadero monstruo y es capaz de escarpar cualquier terreno, literalmente.
También pasó de una corona trasera de 43 dientes a una de 52 para exprimir las marchas del tetracilíndrico en bajas revoluciones. Como la primera vez destrozó el carenado, no quería que le volviese a pasar, así que también la puso un par de protectores laterales. El resultado es una moto apocalíptica y capaz de circular por el monte.
Aunque Matt ya se dio cuenta la primera vez que la montó de que la moto era un armatoste para lo que la quería: más de 220 kilos se pagan caro, más los neumáticos de tacos. Tenía una solución, quizá algo insegura, pero eficiente: restarle presión a los neumáticos. Entonces parece que la moto recupera el 'grip'.
El resto es historia. Ver a una Hayabusa haciendo enduro y volando con neumáticos de tacos es toda una experiencia religiosa. Las modificaciones hacen que la moto sea ágil subiendo colinas, y los 200 CV se sienten bien, pero eso es algo te dejamos ver y juzgar a ti.