Hemos visto largo y tendido lo que pasa cuando un motero se cree Dios en la tierra y sube sus ilegales actividades a las redes sociales, pensando que es impune por estar detrás de una pantalla. Cada día vemos esto como un patrón más extendido que la Guardia Civil se encarga de cortar por lo sano.
El último protagonista es un 'instagramer' de Lanzarote que se dedicaba a subir todo tipo de vídeos a la red social: desde excesos de velocidad a más de 200 kilómetros por hora hasta conducir la moto sin manos. Ahora está en el punto de mira de la Benemérita, según La Voz.
Se enfrenta a multas de, mínimo, 600 euros y seis puntos
Las redes sociales son el gran escenario en el que lucirse. Unos lo hacen cantando, bailando, y otros directamente haciendo temeridades sobre la moto en plena calle. No tenemos que irnos muy lejos para ver el caso de hoy, en Lanzarote.
Entre las temeridades que subía a las redes sociales, la Guardia Civil menciona que en sus publicaciones de Instagram se le podía ver circulando sin manos, o adelantando a vehículos a velocidades totalmente ilegales. Eso cuando no se grababa de ruta yendo a 232 kilómetros por hora persiguiendo a otros moteros.
Lanzarote es un paraíso motero: carreteras de ensueño con curvas irreales. Quienes han estado allí lo saben. Muchas carreteras son abiertas, como la LZ-404 en la que se grabó a más de 200 km/h a todo trapo, y aprovechó para subir a su perfil.
Pero esa son solo unas pocas temeridades del amplio elenco que ha ido subiendo a su Instagram. También hay muchos vídeos en el que se puede ver cómo conduce sin manos, hace caballitos o cómo toca rodilla mientras va de curvas. Ello a lomos de su Suzuki GSX-R 600, donde muestra "su vida sobre ruedas", lo que para él es "la felicidad".
La "felicidad" ha terminado con la Guardia Civil investigándolo por varios delitos contra la seguridad del tráfico. Una irónica situación que en vídeos en los que hasta cuadriplicaba la velocidad permitida, acompañaba con frases como "de camino al infierno" o "voy sonriendo".
Ahora la multa a la que se enfrenta no es poca cosa. Solo por el hecho de superar los 191 km/h hablamos de una infracción muy grave que se sancionaría con una multa de 600 euros y seis puntos, además de otros 500 euros y seis puntos por una posible conducción temeraria.