Hay preparaciones muy locas. Y luego están los que le meten el motor de una moto a un coche... Y no cogen una moto cualquiera ni un coche vistoso. Nuestro protagonista de hoy encierra el nervioso motor de una Kawasaki Ninja ZX-10R en un Nissan Leaf.
Escuchar ronronear al tetracilíndrico de la casa de Akashi metido en una pelotilla como un Nissan Leaf es una auténtica locura. Lejos de dejarlo guardado en casa, el dueño lo utiliza para todo: desde ir a comprar el pan, hasta irse de tandas en circuito o darse una vuelta por las montañas más cercanas.
Más de 13.000 rpm para un motor instalado en el maletero
Sabemos que es difícil imaginarse a un Nissan Leaf quemando rueda. Es un coche cómodo, eléctrico 100 % en su origen, con cierto toque urbanita... Pero difícil imaginárselo siendo el más malo de la clase. A menos que tengas una Kawasaki ZX-10R en el garaje de casa sin usar, seas ingeniero mecánico y tengas mucho tiempo libre.
El resto ya te lo puedes imaginar. Todo lo que tiene de práctico, eficiente y cero emisiones el Nissan Leaf se convierte en todo lo contrario, aunque manteniendo un toque híbrido. Aspecto gamberro, mucha potencia, ruido y poco práctica pero muy divertida sería una concisa descripción de la ZX-10R, pero mejor que lo veas y escuches por ti mismo porque no tiene pérdida.
Y es que a pesar de haberle instalado el motor de la Kawasaki sigue manteniendo gran parte del sistema de propulsión eléctrico. Mantiene el sistema de arranque con motor eléctrico del coche original, por lo que lo utiliza cuando empieza a moverse o para aparcar mientras el de la Ninja se pone en marcha.
Pero, ¿qué le llevaría a alguien a instalar el motor de una moto en un coche? Hay dos motivos principales: el primero es que la batería original del coche no daba más de sí porque se había degradado, y solo le llegaba para hacer unos pocos kilómetros desde que lo compró en 2013. Una vez decidido a hacer el cambio, le ayudó que fuese un coche de poco peso.
En el maletero encontramos una de las partes más bestias del coche. Y es que es el lugar donde el protagonista ha encajado el motor de cuatro cilindros y 1.000 cc de la ZX-10R de 2008. La cifra es escandalosa con el motor combinado: 280 CV a más de 13.000 rpm. Además tiene tracción a las cuatro ruedas, por lo que no hay curva que se le resista. Lo más sorprendente de todo es que utiliza el depósito de combustible original de la ZX-10R en el maletero del Leaf.
En el exterior unas llantas deportivas y el portón del maletero cubierto en una especie de fibra de carbono hacen reconocible y destacable al Nissan Leaf que poco le queda de serie ya. También ha instalado dos salidas de aire en el portón y otro más grande en la ventanilla lateral trasera para refrigerar el motor.
Pero sin duda que una de las partes más interesantes del vídeo es cuando el youtuber se sube al coche y le aprieta al acelerador (modificado, junto con el cambio secuencial también modificado con una palanca personalizada). Es una sensación extraña escuchar el rugido del tetracilíndrico de la Kawasaki ronronear metido en un coche eléctrico. Mejor que lo escuches con tus propios oídos.