Me puedo imaginar la escena, cuál película de Johnny English: treintañero fanfarrón, jersey de algodón atado al cuello acompañado de una fémina del estilo en un deportivo descapotable sonrientes paran en un semáforo. Al lado, un señor barbudo, supera el medio siglo de edad, de las mangas cortas que dejan al aire su chaleco de cuero cubierto de chapas salen, sin vergüenza, pelos por doquier. Entre las piernas que cubren unos vaqueros desgastados y con claras muestras de no haber sido lavados en meses, una custom: una Boss Hoss. El primero, el de las cuatro ruedas, ríe mientras espera dando pisotones al acelerador esperando la bombilla verde. El de la custom sonríe, espera paciente y cuando el semáforo le da permiso estrujar el acelerador dejando atrás una marca de rueda quemada, humo y el orgullo de alguien que se equivocó de rival.
Permitidme haber generalizado con tanto descaro pero no salgo de mi asombro. Conocía estas motos, que eran la brutalidad hecha vehículo pero no imaginaba que podían llegar a dejar en el sitio, como quien dice, a todo un Dodge Viper SRT-10. No sabría decir si lo que me sorprende es el hecho en sí o que el piloto de la Boss Hoss parezca estar de paseo en vez de en una prueba profesional. Si seguís leyendo después del salto os introducimos a los participantes y al medio que se le ocurrió semejante duelo.
Para ser educados, dejamos primero paso al coche. Un Dodge Viper SRT10, una leyenda entre los deportivos americanos. 8400cc de -V8- V10 que desarrollan más de 600cv, unas cifras que asustarían a cualquier moto del mercado pero que en la práctica quedan reducidas a poco si lo enfrentamos a cualquier superbike. Pero éste no es el caso, porque los alemanes del programa Grip lo pusieron en una recta junto a una Boss Hoss BHC-3 LS3.
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Una moto que lleva el concepto de custom a su máxima potencia y que tiene algo en común con el Dodge. Y es que ésta también utiliza un motor en V pero de ocho cilindros y seis litros capaz de alcanzar los 425cv y 574Nm de par. Su gran pega es el peso, pues comparado con otras motos del mercado ésta se lleva la palma con 484kg en seco o 761Kg lista para rodar hasta el final del mundo. Digamos que aquella máxima del "menos es más" se la han pasado los yankees por donde han querido.
Y ahora los encargados. Ellos son la gente del programa Grip, un show alemán que se emite en RTL enfocado al mundo del motor a medio camino entre Top Gear y MotoJournal, pues, quieran o no, el idioma no es precisamente gracioso. De todos modos son profesionales de fiar. Siento no poder traducir medianamente el vídeo pero mi alemán llega sólo para entender simplezas y cifras de poco interés, aparte de las ya mencionadas. Aunque el desenlace del vídeo ya os lo he contado, no os perdáis la cara de Mathias – el conductor del Viper –.
Foto vía | BossHoss.de