Cuando parecía que las customizaciones de motocicletas estaban de capa caída, aparecen empresas como las de Katsu Motorworks y nos vuelven a dar alegrías. Y es que esta vez el preparador japonés se ha atrevido a meterle mano a una segunda moto italiana como nos han informado nuestros compañeros de Bike EXIF.
Hablamos de la Moto Guzzi Griso 1100, una naked con motor bicilíndrico en V que contaba con una imagen algo insulsa. Algo con lo que ha acabado Kenji Katsumoto, creando una bestia de lo más radical al despojarle de su anodina carrocería y sustituyéndola por un cuerpo en aluminio cepillado que nada tiene que envidiar al DeLorean de regreso al futuro.
Ganar velocidad rebajando el peso
Si algo nos gusta son las preparaciones de moto, y si encima se rematan con una imagen tan espectacular como la que tenemos entre manos, pues mejor que mejor. La de hoy viene firmada por un diseñador japonés que pasó de personalizar Harley-Davidson a la fama tras ganar el premio a la mejor Cafe Racer del Mooneyes de Japón con su Moto Guzzi V11 Sport Scura.
Su nombre es Kenji Katsumoto y su taller es conocido como Katsu Motorworks. Pues bien, el bueno de Katsumoto recibió un encargo por parte de un cliente para preparar otra Moto Guzzi tan espectacular como la que ya había hecho pero con algunas modificaciones que se ajustasen a su gusto.
Este cliente resultó ser un fanático de las Cafe Racer, de las Streetfighter y de la velocidad, tres temas totalmente diferentes que sirvieron de inspiración al diseñador japonés. El resultado es esta impresionante motocicleta que podéis ver en imágenes. Para llegar a ella, Katsumoto se deshizo de toda su carrocería, buscando aligerar el peso al máximo, e incrementando a su vez la velocidad.
Una de las exigencias del cliente es que tenía que realizarse en aluminio y no quería que su nueva montura se pintase, dejando expuesto el trabajo en metal realizado por las manos del preparador. Con estas premisas, Katsumoto se puso manos a la obra. Lo primero que hizo fue crear el depósito de combustible y la carrocería de la motocicleta, ajustándose lo máximo posible al chasis para crear un diseño agresivo y deportivo a golpe de vista.
Y vaya que si lo consiguió. Detalles como el colín terminado en forma de aguijón, la doble salida de escape en acero inoxidable hacia arriba o el frontal con doble faro han conseguido que esta motocicleta rompa cuellos allá por donde pasa. Lo que no se ha tocado ha sido su motor, por lo tanto sigue contando con un bicilíndrico en V de 1.100 cc y cuatro válvulas que ofrece una potencia de 87 CV a 7.600 rpm y 89 Nm de par a 6.400 vueltas.
Pese a la preferencia del cliente de no pintar la motocicleta en ningún color, la inspiración de Katsumoto prevaleció. Así que ordenó a The House of Kolor que pintara el el chasis y las llantas del modelo en un precioso tono burdeos con destellos en caramelo así como las culatas en negro. El resultado es innegablemente espectacular.
Para terminar de completar su transformación echó mano de una suspensión frontal invertida traída de una Griso 1200 totalmente ajustable, aplicó pinzas de freno Brembo, discos Pro Brake y neumáticos deportivos Michelin Power GP. En cuanto a equipamiento tecnológico se incluyó un tablero Motogadget donde poder ver la velocidad y las rpm del motor.
El precio, como os podéis imaginar, no ha trascendido pero sabiendo las horas de trabajo que conlleva un trabajo como este y la calidad final de la obra, barato seguro que no fue. En cualquier caso siempre nos quedará disfrutar de estas imágenes.