La moto de hidrógeno está aún más cerca de ser real: se ha filtrado una segunda patente de Honda
Hace casi tres meses exactos hablábamos sobre una filtración en la que se detallaba el esquema mecánico de una Honda impulsada aparentemente por hidrógeno. En aquel boceto veíamos los componentes de la moto al descubierto y ahora lo que ha salido a la luz es una segunda patente, de la que parece la misma moto pero ahora con toda la carrocería.
Se trata de una motocicleta de cero emisiones de estilo naked, sin carenado, en la que bajo el conjunto de subchasis y colín se esconde un depósito de hidrógeno que se utilizaría para producir electricidad y alimentar un motor eléctrico que mueva la rueda trasera a través de un eje cardan.
Segunda patente, misma moto de hidrógeno
Por lo demás parece una moto bastante convencional. Es voluminosa debido a su configuración eléctrica, pero luce un estilo musculoso, con un chasis perimetral, horquilla convencional, monoamortiguador trasero en posición lateral y un faro delantero doble superpuesto posiblemente con tecnología LED.
Es relativamente frecuente que las marcas patenten ideas que posteriormente pueden o no llegar a la producción. Los ingenieros de las fábricas están continuamente trabajando y cada firma protege sus ideas contra la competencia registrando las patentes sobre las que quieran trabajar o simplemente cubrirse las espaldas y que otros no les roben la idea.
En el caso de Honda es la segunda patente que se filtra en unos pocos meses sobre la misma idea, lo que parece apuntar que la marca del ala dorada tiene un notable interés en el proyecto.
Hay tecnología para motos eléctricas, pero aún no es suficiente
Para los grandes fabricantes hay una premisa fundamental que al mismo tiempo es doble para no lanzar al mercado motos eléctricas. En primer lugar no se pueden permitir lanzar modelos que no cumplan con una autonomía mínima que pueda equipararse a sus modelos de combustión interna.
Por otro lado, otra cuestión similar la supone el peso, y es que a día de hoy conseguir una batería con una autonomía razonable supondría añadir un peso excesivo que comprometería el comportamiento de cualquier moto. Algunas como BMW se han atrevido con un modelo en el que el comportamiento no es tan determinante, como el scooter C Evolution cuyo peso es de 274 kg.
Es una cuestión de imagen de marca; hasta que no tengan modelos solventes prefieren cuidarse de lanzar productos que los clientes puedan entender como no merecedores de la marca en cuestión. Por ejemplo Honda ya tiene modelos eléctricos e híbridos como las Honda PCX que presentaron en 2017, pero los han reservado para el mercado asiático, menos exigente.
¿Por qué una moto de hidrógeno?
Que Honda esté trabajando en un proyecto de moto de hidrógeno no es una casualidad. Hace ya una década, en 2008, el fabricante japonés lanzó el Honda FCX Clarity, convirtiéndose en el primer fabricante que ofrecía un coche impulsado por hidrógeno.
Posteriormente muchos otros fabricantes se han subido al carro de los motores de pila de combustible como Mercedes-Benz, Toyota, Kia, Hyundai... Pero la realidad es que los que más se han preocupado por impulsar las motorizaciones alternativas han sido los japoneses por una cuestión de supervivencia.
Los desastres naturales que afectan periódicamente a Japón y especialmente el tsunami de 2011 y la catástrofe de la central nuclear de Fukushima pusieron sobre la mesa la excesiva dependencia de la población hacia el abastecimiento de energía. Durante los dos últimos años estamos viendo muchas propuestas que ven a los coches no sólo como medios de transporte, sino también como productores/acumuladores de energía para abastecer un hogar en caso de caída del suministro.
Por eso Honda, Toyota y Nissan, tres de las grandes marcas niponas, se han asociado. Los japoneses están convencidos de desarrollar una tecnología que a día de hoy supone más desventajas que inconvenientes, pero en la que confían poder trabajar para hacer de este unicornio tecnológico de las energías limpias un modelo accesible para todo el mercado.
Además entre sus ventajas también está que los motores de pila de combustible son vehículos eléctricos pero no requieren de un enchufe, suprimiendo la barrera psicológica de tener que cargar sus baterías durante horas. Basta con acudir a una hidrogenera (que actualmente tampoco hay demasiadas; el objetivo es de 20 en España en 2020) y repostar en un par de minutos.
Por contra, el motor de hidrógeno tiene tres desventajas a día de hoy. La primera es que aunque el hidrógeno es el elemento de la tabla periódica más abundante en el planeta Tierra no se da por separado, sino como compuesto. No hay un lago o una mina a los que ir a coger un poco de hidrógeno. Extraer el hidrógeno del agua requiere muchísima energía; tanta que supera la energía producida por la misma cantidad que se ha extraído de hidrógeno.
La segunda desventaja es el almacenamiento, que es realmente complicado. El hidrógeno tiene la capacidad de ser un Harry Houdini, vamos, que es dificilísimo evitar que se escape de los tanques en los que lo pretendemos almacenar, lo que unido a la alta presión a la que hay que almacenarlo implica sistemas de almacenamiento muy pesados.
Por último tenemos una paradoja ecológica. Y es que sí, el hidrógeno es una energía limpia ya que de su combustión sólo se produce vapor de agua y eso es fantástico. Lo complicado viene cuando tenemos en cuenta el tipo de energía que se ha utilizado para producir el hidrógeno que consuman los vehículos. Si está toda obtenida a través de fuentes renovables, perfecto; si no se han utilizado energías renovables entonces tenemos un vehículo muy limpio (y caro) que consume hidrógeno obtenido con energía sucia.
En 2011 Suzuki presentó un Burgman impulsado por hidrógeno. Aunque no llegaría hasta mucho tiempo después al mercado (y sólo en algunos países), fue la primera moto comercial de hidrógeno. Ahora Honda quiere dar un paso al frente y ofrecer una alternativa viable a las motos de combustión con una autonomía decente, potencia razonable, con buen comportamiento y más atractiva que el Burgman.
Si alguien puede impulsar el hidrógeno en las dos ruedas, esa es Honda, aunque Toyota ya ha anunciado que en 2025 comercializarán un coche de pila de combustible al precio de un híbrido. La carrera ha comenzado.