Jonathan Brand es uno de esos artistas que admiro ya que son capaces de crear auténticas obras de arte con mucho tesón y esfuerzo. Por supuesto, ¿relacionadas con las dos ruedas! Durante dos años y con mucha paciencia, ha sido capaz de crear una reproducción de una Honda CB500 de 1972 a tamaño real de la nada usando para ello una impresora 3D.
Dice que siempre quiso tener una moto, pero nunca pudo. Ahora ya la tiene. Vale que el motor no arranca, y no aguantará el peso ni de una mosca, pero no le falta detalle y además, tanto las ruedas como la dirección son operativas así que el grado de detalle es máximo.
Primero, creo el diseño en CAD para luego convertirlo y seccionarlo en partes que la impresora pudiese entender y, sobre todo, imprimir. Cada pieza le llevó aproximadamente entre cuatro y veinticuatro horas en fabricarse, usando para ello una impresora 3D Ultimaked y uniéndolo todo con plástico fundido y pegamento para que así mantuviese la transparencia.
El resultado salta a la vista por si mismo y por su gran cantidad de detalles. ¿Cantidad de horas que se ha tirado Jonathan Brand? Incalculables. ¿Materiales sin contar la impresora? 40 libras, unos 51 euros. Y yo haciendo maquetas a escala 1/12 por ese precio, pudiendo hacerlas a tamaño normal...
Vía | Lanesplitter