Después de un año duro lleno de complicaciones en el que se quedó sin moto a mitad de temporada y en el que acabó haciendo algunos Grandes Premios en Moto3, parece que 2018 será un año más tranquilo para María Herrera, que disputará el Campeonato del Mundo de Supersport 300 integrada en las filas del equipo Yamaha MS Racing.
De esta manera, Herrera se unirá al resto de la armada española que luchará por llevarse el título que en su primer año se anotó Marc García precisamente en el mismo equipo en el que correrá en 2018 la piloto toledana.
Una categoría al alza llena de jóvenes talentos en el WSBK
Tras varias temporadas en Moto3 en las que ni los medios ni la fortuna han acabado de acompañar a María Herrera, ha llegado el momento de un gran cambio de aires para ella. Después de haber peleado mucho y haber gastado grandes cantidades de dinero para poder mantenerse en el Campeonato del Mundo de MotoGP a duras penas, la de Oropesa ha decidido tomar un nuevo camino en su carrera deportiva.
Este giro de timón llega en el momento más oportuno para Herrera, ya que la categoría menor de las Superbikes está ganando mucho peso tanto para las marcas que participan en ella como para el público. Después de grandes carreras en las que los pilotos más jóvenes han dado verdadero espectáculo, Supersport 300 se está haciendo hueco como cantera del mundial de motos de serie preparadas.
María Herrera pilotará una Yamaha R3 de la estructura española Yamaha MS Racing, equipo que llevó a Marc García a convertirse en el primer Campeón del Mundo de la categoría. La Yamaha R3 se ha mostrado como la moto más competitiva de la categoría, por lo que María lo tendrá todo listo para luchar en el grupo de cabeza.
A la participación de Herrera en Supersport 300 hay que sumar la de Dani Valle, su compañero de filas, la de Borja Sánchez, Manu González, Mika Pérez y Ana Carrasco, que tras imponerse en la carrera de Portugal cambia de estructura para continuar luchando por conseguir grandes resultados de nuevo.
Fotos | MotoGP