Tras tres años de aventura en MotoGP, Loris Baz correrá en 2018 con el Athea BMW Racing Team en el Campeonato del Mundo de Superbikes, el campeonato que le vio crecer y en el que cosechó buenos resultados hasta 2015 siendo compañero de equipo de Tom Sykes en Kawasaki.
Después de esa primera etapa de aprendizaje en el KRT y cuando parecía que ya estaba listo para luchar por el campeonato después de haber sumado sus primeras victorias, Baz sorprendió dando el salto a MotoGP con la moto open del equipo Forward con la que dio sus primeros pasos en la complicada categoría.
Vuelta a los orígenes para Baz tras tres temporadas en MotoGP
En ese momento, comenzaba una nueva fase de aprendizaje para Loris Baz, que después de pilotar un año la Yamaha open pasó a formar parte de las filas del Avintia Racing. Con la Ducati el corpulento piloto francés fue progresando, dejando ver muestras de su buen hacer y consiguiendo algunos buenos resultados.
De hecho, en esta temporada ha acabado cuatro veces entre los diez primeros en carrera acabando el año en la décimo sexta plaza de la general con casi el doble de puntos que su compañero de equipo, Héctor Barberá.
Sin embargo, esos números no han bastado para que Baz haya encontrado asiento para 2018 en MotoGP y ha tenido que dar un paso atrás para volver al WSBK. Haber dejado de ser el único piloto francés en la categoría más elitista con la llegada de Zarco tampoco le habrá ayudado mucho a Baz, que pilotará en 2018 la BMW S 1000 RR del Althea.
Precisamente, Loris hereda la moto que hasta final de temporada ha pilotado Jordi Torres y con la que no ha conseguido grandes resultados en las dos temporadas en las que el piloto español ha estado con la marca alemana antes de pasar a las filas de MV Agusta. Las carencias técnicas de la BMW han eclipsado el trabajo hecho por Torres y por el Althea, no permitiéndoles luchar por la victoria.
Baz tiene ahora ante sí un enorme reto con su regreso a Superbikes. Por un lado, tendrá que adaptarse de nuevo a las motos derivadas de serie y en su caso, hacerlo además a una moto que no está a la altura a nivel electrónica y a nivel motor. Por si fuera poco, también tendrá que adaptarse a los frenos de acero y a los neumáticos Pirelli, que son realmente diferentes respecto a los que ha estado usando estos años en MotoGP.
En cualquier caso, el piloto de Sallanches se muestra contento con la decisión tomada y espera poder luchar junto a su nuevo equipo por hacer buenos resultados. Todo esto sin perder de vista los cambios que tendrán lugar en el reglamento y que a priori, pueden ayudar a que motos no tan competitivas hasta ahora puedan estar más cerca de la victoria.
Fotos | MotoGP