Jonathan Rea ha perdido prácticamente todas las opciones de ser campeón del mundo de Superbikes en 2022. El piloto norirlandés volvió a tener un fin de semana bastante errático en Argentina, con salidas de pista tanto en la Superpole Race como en la carrera larga del domingo que le lastraron el resultado.
Un segundo puesto y dos terceros que definitivamente reniegan a Rea a quedarse sin el título mundial por segundo año consecutivo. Está a 98 puntos de Álvaro Bautista cuando solo quedan 124 en juego, y con Toprak Razgatlioglu de por medio, por lo que el de Kawasaki necesitaría casi un milagro.
Rea no cree que las superconcesiones vayan a arreglar nada
Rea reconoce que "en la Superpole Race me equivoqué con una marcha, pero en la carrera 2 no tuve ritmo para seguir a Álvaro y a Toprak". Sin embargo, el norirlandés sigue quejándose amargamente de las diferencias mecánicas que reinan en el mundial de Superbikes, y que benefician a la Ducati Panigale V4 R.
"No somos lo suficientemente competitivos y estoy decepcionado. Tanto Ducati como Yamaha están haciendo un trabajo excepcional. Ya no somos la referencia de la categoría, pero no debemos rendirnos ni dejar de insistir. Todo el mundo está dando lo mejor de sí", aseguraba Rea tras el evento.
De hecho, en el ambiente del mundial de Superbikes cada vez se escucha más hablar sobre unas superconceciones, un sistema parecido al que lleva años implementando MotoGP para igualar el rendimiento de las motos. Sin embargo Rea tiene algo que decir sobre la eficacia que tendría este modelo en las Superbikes.
"Entiendo la idea, pero prefiero un campeonato en el que todos los fabricantes construyan su moto dentro de los límites de homologación y regulación. ¿Qué vas a hacer si una moto cuesta en el concesionario 40.000 euros y la otra cuesta 17.000? No es exactamente lo mismo", comentaba Rea.
Rea se refiere a la Ducati Panigale V4 R, la bestial moto que los de Borgo Panigale pusieron en pista en 2019 y con la que Álvaro Bautista está arrasando esta temporada. El techo del WSBK es que las motos que compitan no pueden costar más de 40.000 euros, cifra que raspa la Panigale V4. Y su nueva versión promete superarlo.
En definitiva, que Rea está a punto de perder el mundial por segundo año consecutivo y el runrún en el paddock cada más apunta más a que hay que frenar esa Ducati que, en manos de Bautista, vuela.