El fabricante oficial Aprilia volverá a la Superbikes en el que será el reinicio de la temporada, una invitación para dos fines de semana consecutivos y en los que la parrilla de salida tendrá un total de seis marcas.
Será la primera vez para el equipo italiano desde 2018, cuando corrió su última carrera en Catar y tras un acumulado de 52 victorias en todo el tiempo que han estado presentes en esta disciplina. En esta ocasión correrán como wildcar junto a la escudería Nuova M2 Racing.
Christophe Ponsson será el encargado de pilotar la Aprilia RSV4 FW-GP
Aprilia tuvo su mejor época en el mundial de Superbikes durante los años 2010 y 2012, en los que Max Biaggi conquistó la disciplina junto a la escudería italiana, así como en 2014, cuando hizo lo propio Sylvain Guintoli . Además, también ganaron el título de constructores en 2013.
Y ahora vuelven a una competición en la que el fabricante ha conseguido un total de 52 victorias gracias a la invitación (wildcar) que van a utilizar en colaboración con la estructura Nuova M2 Racing y con su piloto Christophe Ponsson como el elegido para pilotar la Aprilia RSV4 FW-GP.
Esta moto deriva de la Aprilia RSV4 RR, que es la más adecuada para respetar la normativa de Superbikes (no más de 999 cc) pero con una preparación lógica que aumenta el rendimiento hasta los 250 CV, de los que 215 son al cigüeñal.
Ponsson, quien ha corrido un total de 25 carreras en esta disciplina, estará en la línea de salida tanto para la ronda en el circuito de Jerez, que tendrá lugar entre el 31 de julio y el 2 de agosto como para la de Portimao, justo el fin de semana siguiente, entre el 7 y el 9 de agosto.
Allí compartirá el asfalto con los equipos BMW, Ducati, Honda, Kawasaki y Yamaha, teniendo Aprilia la oportunidad de rodar una vez más y tras su ausencia en esta competición desde la prueba de Catar de 2018.
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