Las redes sociales son el escenario perfecto para lucirse, y no siempre para bien. Es el caso de tres jóvenes británicos de 18 y 19 años, que no se les ocurrió otra cosa que subir sus delictivas hazañas a las redes sociales.
Varios scooter robados, dos repartidores de pizza apuñalados y una persecución de película fueron algunos de los actos que cometieron, y que subieron a Instagram. Sin embargo, les salió el tiro por la culata porque la policía les acabó pillando, y utilizaron el material en su contra en el juicio.
Robaron a cuatro repartidores en solo hora y media
La juerga para estos tres chavales empezó un martes del pasado invierno. Entre dos de ellos rodearon a un repartidor del Domino's Pizza en el centro de la ciudad de Peterborough, una ciudad catedralicia en el condado de Cambridgeshire, Inglaterra, situada a 118 kilómetros al norte de Londres.
El repartidor del Domino's salía de la tienda cuando dos de ellos le bloquearon el paso, con pasamontañas y cuchillo en mano, se lo clavaron en la pierna. Le bajaron del ciclomotor y se la robaron para irse a recoger al tercero de los protagonistas.
Estuvieron dando vueltas por la ciudad durante un par de horas, hasta que se cansaron y tiraron la moto en un parque. No se les ocurrió otra cosa que prenderle fuego y grabarlo con el móvil para subirlo a Instagram posteriormente, donde todo quedó guardado en la nube.
Al día siguiente a ese hecho, los tres delincuentes volvieron a salir aprovechando la noche para atracar a otros cuatro repartidores en tan solo hora y media. A uno de ellos le apuñalaron en la pierna con un "cuchillo de cocina de grandes dimensiones para robarle el ciclomotor", según dice el atestado policial.
La policía ya estaba al tanto de todo, por lo que decidieron desplegar un helicóptero y policías con armas de fuego largas para dar caza al trío. Poco después el helicóptero los vio en una gasolinera en el centro de la ciudad, y los tres delincuentes se dieron cuenta de ello, así que salieron de la ciudad con los scooter.
Intentaron escapar a la desesperada: senderos residenciales, esconderse debajo de un puente ferroviario... Al final decidieron separarse; uno de ellos se fue a pie, y los otros dos en scooter mientras las patrullas les perseguían.
No fueron demasiado listos, porque sabiendo que tenía un helicóptero encima, uno de ellos se metió en casa y se cambió de ropa. Minutos después apareció otro de ellos para reencontrase en esa misma casa, momento en el que la policía les dio caza. El tercero, que seguía en moto, decidió tirarla a un río y escapar. Le encontraron la mañana siguiente en el desván de la casa del primer fugado.
La policía acabó requisándoles el móvil e investigando su contenido. Encontraron los mensajes y los vídeos publicados en las redes sociales conduciendo los ciclomotores robados por todo Peterborough durante la oleada de robos. Hasta se grabaron ellos mismos mientras escapaban de a policía.
En diciembre de 2022 pasaron por el Tribunal de la Corona y fueron sentenciados a seis, tres y dos años tras haber admitido los hechos. La policía dice que lo hicieron "por diversión" pero que ahora se les acabará porque "tendrán que pasar por una experiencia aterradora": la prisión.