Siempre hablamos y difundimos noticias verdaderamente impresionantes sobre records imposibles en motos, o hazañas impensables como la de una deportiva dando caña a un Toyota Land Cruiser en el barro. Pero hay otras hazañas, como la de ser la moto más vendida del mundo.
Y no, no es ninguna moto deportiva, ni una naked de altos vuelos, ni siquiera una potentísima y comodísima trail asfáltica. La moto más vendida del mundo es una japonesa de 125 cc que contenta a todos.
"Te apuesto lo que quieras a que cada tienda querrá una para realizar entregas a domicilio"
Cuando pensamos en motos, los que llevamos esta pasión por dentro, nos pensamos que la moto más vendida del mundo será una máquina total. La que todos quieren y desean, hasta la más rápida. Sin embargo, no. La moto más vendida del mundo tampoco es la más accesible ni barata, pero sí la más molona.
Ese título le corresponde a la célebre y mona Honda Super Cub. Nacida en 1958, es la moto que más años en producción ha estado y que más unidades ha vendido en toda la historia. También tiene otros récords a sus espaldas.
Esta sexagenaria logró hace tan solo unos meses el récord mundial de 100 millones de unidades producidas y vendidas. Para hacernos una idea, hasta hoy se ha comercializado en más de 160 países con una producción en 15 plantas de 14 lugares del mundo diferentes.
¿Te parece mucho, poco? Para entenderlo, solo el coche más vendido de toda la historia de las cuatro ruedas es el Toyota Corolla con 50 millones de unidades en las carreteras, o el Volkswagen Golf con 31. ¡La Super Cub tiene 100!
En España no ha sido tan famosa. El motivo se explica sólo: anda que no teníamos fijación y gusto por las Vespas y Vespinos, por las Derbis y las Mobylettes. Aquí llegó hace unos pocos años, pero desde sus inicios hace ya 60 años, era una gran desconocida para el público español.
Quizá el éxito es hacer una moto sencilla pero resistente y bonita. Oh, vaya, ¿a qué nos suena eso? A filosofía Honda. Aunque ahora su precio no es el más económico para un scooter (4.050 euros), en otros tiempos y países era la moto que cautivaba por su precio, fiabilidad y prestaciones.
Hoy en día tiene un pequeño motor de 125 cc que rinde 9.8 CV a 7.500 vueltas, con un par motor de 10.4 Nm a 6.250 rpm. Sencillita.
Pero, ¿a qué más se debe el éxito de esta moto? Al legendario Soichiro Honda. En un viaje a Alemania se dio cuenta del éxito de los scooters en Europa. Su visión de empresario le dio alas (nunca mejor dicho, Honda igual a alas) para volar y crear la Super Cub. Era el plan expansionista perfecto: una moto sencilla y barata que todos querían y se podían permitir. Y eso lanzaba a Honda al estrellato; y lo hizo.
Los japoneses, muy listos, pensaron también en ofrecerla a los negocios. La frase de Fujisawa, el hombre de negocios de Soichiro, lo dijo bien claro: "No sé cuántas tiendas de fideos soba hay en Japón, pero te apuesto lo que quieras a que cada tienda querrá una para realizar entregas a domicilio".
Su producción empezó a lo grande: preveían 30.000 motos de 50 cc (al principio no era de 125 cc, de hecho ha ido recibiendo distintas motorizaciones) por mes. ¡Por mes!
Sin embargo, se llamó Honda 50, Passport C70 y C90, dependiendo de dónde estuvieses. Hasta los Beach Boys me hicieron una canción a esta moto llamada "Little Honda".
Fue haciéndose tan famosa que ha sido objeto de otros récords un tanto delirantes. Un señor llamado Charlie Boorman saltó a la fama (y la moto también) por hacerle perrerías (y nos quedamos cortos) a la motillo japonesa. No solo la accidentó a propósito, o la cargó hasta reventar, sino que la tiró por un edificio de 22 metros. Y al aterrizar, arrancó como si nada. La moto no tardó en convetirse en un icono.
El éxito ya lo explican sus propias siglas: CUB significa 'Cheap Urban Bike'. Una moto urbana barata; prueba de que no hacen falta artificios, ni tecnologías top, ni muchos CV de potencia. Solo buen gusto estético y sencillez y fiabilidad mecánica, porque Honda es Honda.