Venida directamente desde el futuro, la ARC Vector nos dejó un pequeño teaser en forma de página web que hacía daño a los ojos. Después de ese particular reclamo, ahora la firma creada por Mark Trumman (ex Jaguar-Land Rover) ha presentado esta semana en el Salón de Milán una moto eléctrica dispuesta a cambiar los paradigmas del motociclismo.
Trumman junto a un nutrido grupo de inversores han fundado ARC con la sana intención de proponer un mañana de motos eléctricas plenamente integradas con el ser humano a través no sólo de una motocicleta, si no también de una línea de equipamiento a través de la que el piloto pueda interactuar con su montura. Y según parece, esto no es un sueño, la ARC Vector llegará a la producción aunque de manera muy limitada... y cara.
ARC Vector: Eléctrica pero con alma
Envuelta en una carcasa de fibra de carbono nos encontramos con una mecánica sobre la que no hay demasiados datos. Sí sabemos que la potencia del motor eléctrico es de 95 kW (127 CV) con los que puede alcanzar una velocidad máxima de 241 km/h y completar el 0-100 km/h en 2,7 segundos. Sobre la batería lo único que han asegurado desde ARC es que la autonomía puede oscilar entre 274 km y 193 km, dependiendo del tipo de uso ya que cuenta con frenada regenerativa.
Otro de los datos interesantes revelados por ARC es que su Vector incluye un nuevo tipo de batería (no especificado) desarrollada en exclusiva en el que han logrado una mejor densidad de almacenamiento. El resultado es un ahorro de un 25% de peso con respecto a baterías con la misma capacidad de otros fabricantes.
Estéticamente está inspirada en una café racer pero sus líneas maestras se alejan de las formas que moldearon a las motos del siglo XX para ofrecer una propuesta mucho más futurista. Es baja, delgada y con una línea superior masiva que va continua desde el faro pasando por el falso depósito hasta el colín.
Por debajo se unen a su estructura monocasco un basculante trasero tipo banana de aluminio y un tren delantero controlado también por un basculante con reenvíos para la dirección. Una especie de sistema de buje central pero modernizado, con el amortiguador en la parte inferior derecha del paquete de baterías.
Esta decisión se ha tomado para aproximar al máximo todos los elementos pesados al centro de gravedad y mejorar su comportamiento. El material utilizado para la parte ciclo es digno de su exclusividad con las suspensiones confiadas a Öhlins y los frenos a Brembo.
Por si el diseño, los materiales y los componentes no fuesen lo suficientemente top, la ARC Vector ofrece una experiencia totalmente inmersiva para luchar contra aquellos que acusan a las motos eléctricas de no ser divertidas.
De manera paralela a la Vector, ARC ha trabajado con los prestigiosos fabricantes de equipamiento Knox y Hedon para ofrecer un casco y una chaqueta muy particulares. Dentro del casco Zenith se incluye una pantalla a modo de Head-Up display donde además de proyectarse información de la moto y del viaje también se puede mostrar la imagen generada por una cámara trasera instalada en el casco.
Además el casco cuenta con un sistema de reconocimiento de voz con el que podremos modificar los diferentes parámetros de la moto sin apartar la vista de la carretera, y también podremos hacer esta misma operación a distancia a través de WiFi conectada con nuestro smartphone.
En segundo lugar Knox ha creado una chaqueta interior, algo así como una camiseta con protecciones para llevar debajo de la ropa, que también se vincula con la moto. A través de este elemento la ARC Vector se comunicará con el piloto a través de vibraciones que transmiten desde la proximidad de vehículos por detrás o los laterales hasta vibraciones al ritmo de la música que estemos reproduciendo en este momento.
Como de costumbre en estas propuestas nos surge la duda de si lo que nos encontramos son avances o más distracciones de las necesarias al montar en moto. En cualquier caso primero habrá que esperar si las 355 unidades propuestas de la ARC Vector llegan a la producción, momento en el que costarían 103.000 euros cada una.
Vía | ARC