La muerte de Raül Torras ha sido un auténtico palo para el mundo del motociclismo nacional e internacional. Nos ha dejado un gladiador de las road races con esencia a la vieja usanza, con esencia a carrera callejera: una furgoneta, una moto y muchas ganas de medirse contra los mejores pilotos.
Hay un detalle que no se pasa por alto: Raül tenía la nacionalidad española, pero corría bajo bandera andorrana. La causa por la que lo hace se remonta al 10 de junio de 1970; una prohibición por parte de la Real Federación Motociclista Española (RFME).
España no es el único país que no expide licencias para correr en road races
Para entender por qué Raül corría con licencia andorrana hay que recordar a Santi Herrero, una de las leyendas mundiales que escribieron la historia del motociclismo con su nombre. Se hizo inmortal en el TT de la Isla de Man. Fue el último piloto con licencia española que corrió en una road race. En la milla 12+1 el piloto sufrió una brutal caída que se cobró su vida.
Aquel suceso fue un punto de inflexión para España. La Federación Española de Motociclismo se opuso en rotundo a que el hecho se volviese a repetir, y desde entonces prohibió a los pilotos nacionales no solo no correr en el TT de la Isla de Man, sino en ninguna otra road race.
De aquello han pasado ya 53 años, y la RFME sigue sin expedir licencias para competir en las road races. Torras fue uno de los últimos y más conocidos pilotos, así que no le quedó otra opción que optar por la licencia de otro país. La andorrana, por cercanía con España y su tierra natal, Cataluña, fue la opción más accesible. Y aquí nada tiene que ver la fiscalidad.
Una versión más oficial. Motorpasión Moto ha hablado con la Federación Española de Motociclismo, y desde su lado, "respetan las carreras y las road races" pero desde el accidente de Santi "no emite licencias para carreras urbanas porque la idiosincrasia de estas carreras no cumple con los requisitos previos de seguridad", y por el momento, "así va a seguir siendo"
No ha sido el único. En los '90 Carlos Kotnik fue el primer piloto español en volver a una road race después del accidente mortal de Herrero. También corrió bajo licencia andorrana en un equipo inglés.
Después de él, ya entrados en el siglo XXI, Toni Miranda consiguió la licencia francesa para el TT pero se lo perdió por una lesión entrenando. Luego apareció otro nombre mítico nacional: Antonio Maeso, otro nacional en el Tourist Trophy de la Isla de Man. Seis años plagados de éxitos, pero el mismo problema: la Federación Española no expedía licencias, así que tuvo que optar por la andorrana. Igual le pasó a Sergio Romero o Víctor López.
En definitiva, si los pilotos españoles corren bajo licencia andorrana es porque la Federación Española de Motociclismo no ofrece licencias para road races. Caso idéntico sucede en Italia, donde en 2018 dejaron de expedirlas tras el fallecimiento del piloto italiano Dario Cecconi en la Tandragee 100 de 2017, una road race británica al estilo del TT de la Isla de Man.