Aburridas, sin alma, lentas, pesadas, feas y para colmo, no tienen un ruido excitante que compense todas sus carencias. Las motos eléctricas aún están en pañales y tienen muchos detractores dispuestos a recordarnos muchas de sus desventajas con respecto a los motores de combustión, pero los tiempos cambian.
Desde 2010, el TT Zero se lleva disputando como categoría independiente en el Tourist Trophy de la Isla de Man. Año a año las prestaciones de las motos participantes se van ampliando hasta convertirse en pequeños misiles con ruedas casi insonoros y el resultado empieza a ser tan épico como el duelo que te dejamos a continuación, dos minutos de sensaciones puras, sin ruido más allá del viento y la estela del rival.
Una lucha que bien valía el tercer puesto del TT Zero
Los artífices de esta vibrante rivalidad sobre las carreteras de la montaña fueron Daley Mathieson (del equipo de la Universidad de Notthingham donde también militó nuestro querido Antonio Maeso) y Dean Harrison (enclavado en la escuadra belga de la preciosa Saroléa), y ambos nos dejaron estas espectaculares imágenes en su lucha por el tercer escalón de un podio con Bruce Anstey en lo más alto.
Como has podido ver, las apuestas técnicas son radicalmente distintas. Mientras que una moto consta de mayor aceleración (¡brutal cómo recorta metros abriendo gas!), la otra tiene una velocidad punta superior que aprovecha para recuperar la posición en los tramos más rápidos. Cada equipo trata de desarrollar así una puesta en funcionamiento que sea la más efectiva frente al crono.
Mathison finalmente fue quien se adjudicó el tercer escalón del podio dejando a Harrison en cuarta posición, marcando además una vuelta rápida a 170,10 km/h de media.