Si pensabas que tras el irremediable fiasco de EBR el bueno de Erik Buell se iba a quedar de brazos cruzados y esperar la jubilación, estabas equivocado. El gurú americano del diseño de motos se ha aliado con unos cuantos visionarios para crear una nueva marca de motos exóticas, en esta ocasión creadas alrededor de tecnologías eléctricas y que miran directamente al futuro.
En esta asociación se juntarán el propio Erik Buell con un pequeño fabricante asentado en Nueva York y Spark Racing Technology. El resultado de la unión es una nueva startup llamada VanguardSpark Motorcycles.
Tres socios con mucha iniciativa para VanguardSpark
Si Buell es uno de los mejores cerebros paridos por Estados Unidos en lo referente al sector de las motocicletas, Spark Racing Technology es un segundo aliado especialmente poderoso que puede llevar a buen puerto esta iniciativa. Esta marca es una compañía de tecnología francesa que suministra el equipamiento a los equipos de la Fórmula E desde el comienzo de este certamen.
Al principio la tecnológica de Frédéric Vasseur era la encargada de desarrollar y producir el equipamiento eléctrico (trenes de potencia, sistemas de recuperación de energía...) a los coches eléctricos de la más alta competición, y recientemente ha añadido a sus trabajos la fabricación de los chasis de los monoplazas.
Además de Vasseur y Buell, la otra pieza que conforma este triángulo es Vanguard Motorcycles, una pequeña empresa de fabricación de motos que fue la creadora de la Vanguard Roadster, una moto exageradamente ruda que conocimos hace algo más de un año.
VanguardSpark ha anunciado su intención de crear dos modelos partiendo de cero. El primero será una bicicleta de pedaleo asistido que llevará el nombre de SpeedBike y un segundo modelo, ya en el plano de las motocicletas, bajo el nombre de Commuter.
La compañía ha descrito a este segundo modelo como una motocicleta práctica adaptada para entornos urbanos con una autonomía entre recargas que será superior a 150 km. De momento lo único que conocemos sobre ella es el boceto que encabeza este artículo, y la propia empresa ha comentado que es sólo una idea de diseño que posiblemente diste del aspecto original de la moto. Por suerte, porque nos recuerda a cierta moto eléctrica filipina de bambú.
Sobre las líneas maestras que podemos extraer del render encontramos que las baterías se alojarán en el interior de un chasis de tipo monocasco, que la parte ciclo será ligeramente deportiva y que el motor podría estar alojado en el interior del buje trasero para ahorrar espacio en la zona central.
Los primeros prototipos deberían salir a la luz a partir del próximo verano. Esperemos que esta aventura le dure un poco más al bueno de Erik. Curiosamente su nombre ha sido el único que se ha quedado fuera de la nueva denominación comercial.