No corren buenos tiempos para las motos eléctricas. Este nicho de la industria no está viviendo sus mejores días, ni de lejos. De hecho, 2024 está siendo terrible para algunas de las marcas más importantes y que más inversión y esfuerzos habían hecho por sacar adelante la movilidadeléctrica.
Energica, CAKE, Arc Motorcycles o Pursang son algunos de los nombres que han desfallecido en el intento en 2024; y ni siquiera ha terminado el año. Las cifras de ventas tampoco acompañan. ¿Qué está pasando realmente con el sector eléctrico? ¿Se ha dado de bruces con sus limitaciones, o todavía tienen tirón?
En 2024 han caído las empresas más importantes de motos eléctricas
Desde hace unos años, el desarrollo de los motores eléctricos y las baterías ha propiciado el nacimiento de algunas marcas que hasta hoy bien podríamos considerar como de renombre. CAKE quería liderar el mundo de las eléctricas con su estilo minimalista; ARCera para los más exquisitos; Energicallegó hasta MotoGP, y Pursang era la Bultaco del siglo XXI.
Pero todas ellas han acabado cayendo. Y no hablamos de pequeñas 'start-ups' de tres al cuarto. Detrás había grandes empresas con inversiones millonarias y una milimétrica planificación... Que al final, no les ha servido de mucho. La mayoría de ellas se han declarado en quiebra.
Muchas de ellas se han perdido por el camino. O al menos, esa es la sensación que da desde el otro lado de la acera, donde está el público. El del día a día. Las limitaciones de este nicho, nunca mejor dicho y valga la redundancia, han limitado el despegue de estas empresas.
En sus respectivos comunicados, la norma habitual es echar la culpa al difícil mercado, a que "las cuestiones climáticas ya no son el centro de atención, estamos en una recesión" o a que "no hay demanda" de moto eléctrica.
Las comparaciones son odiosas, pero útiles para el resto de los mortales que madrugan, se levantan, trabajan y el fin de semana quieren montar en moto por diversión, o simplemente moverse de A a B, valen. Así que con todos ustedes, la Cake Kalk&: una moto que parece amasijo de hierros, no se pone a más de 90 km/h y no aguantamás de 100 kilómetros. La más barata vale 12.000 euros. Su hermana mayor, 14.500 euros.
Yamaha TRACER 9. Puedes viajar cómodo, te vale para ir por ciudad, tiene 119 CV con un generoso CP3, autonomía de más de 350 kilómetros y es hasta más barata: 12.499 euros.
Puede que las motos eléctricas estén preparadas para el hoy; puede que lo estén aún más para el mañana, pero quienes no lo están son las personas; las generaciones; las mentalidades... Y hasta las carteras. Puede que el público objetivo de estas marcas sea premium, pero el mayoritario sigue siendo el generalista, y a la vista queda.
Doble tirón de orejas. Un equilibrio entre ambas estaría perfecto. Nuevos horizontes y mentalidades para montar en moto eléctrica (ya hay ideas para captar a los más clásicos), pero a precio asequibles. Pagar casi 20.000 euros por una eléctrica con la mitad de prestaciones que una de gasolina es algo para lo que los usuarios no están preparados. Y sin demanda, no hay negocio. Que se lo digan a Energica, CAKE o ARC.