El auge que han tenido las bicicletas (tanto eléctricas como estándar) en las grandes ciudades ha creado un nuevo problema. ¿Dónde se pueden aparcar sin molestar al resto del tráfico? ¿Dónde podrían dejar los usuarios sus bicicletas sin que corran el peligro de robo o deterioro por inclemencias del tiempo?
Hasta ahora habíamos visto propuestas tan buenas como las de Novality, sin embargo los ciudadanos japoneses cuentan en algunas de sus ciudades con una solución que va más allá reduciendo el espacio en superficie desde hace más de 10 años. Se llama ECO Cycle y se trata de un parking subterráneo (o de altura) robotizado con forma de colmena.
Con posibilidad de albergar hasta 200 bicicletas
Las grandes núcleos urbanos están sufriendo actualmente una falta de aparcamiento seguro para los ciclistas de la ciudad. Un problema que podría tener solución si se aplicasen los diseños de parkings que países como Japón llevan aplicando años en sus calles.
Y es que la compañía especializada en soluciones constructivas Giken ha diseñado y desarrollado el ECO Cycle, una arquitectura vial que permite construir tanto parkings subterráneos como en altura, con servicio de recogida y entrega automatizados, con una capacidad total de hasta las 204 bicicletas.
Según explica la empresa en su página web, el parking subterráneo Eco Cycle está desarrollado bajo el concepto "cultura en la superficie, funcionalidad subterránea" contando con un diseño bajo el suelo de colmena que libera un área en el exterior para ser utilizada como espacio verde o con otros usos comunitarios que aporten enriquecimiento cultural a la ciudad a la vez que fomentan el uso de la bicicleta, evitando el aparcamiento desordenado.
Por otro lado, el aparcamiento en altura, mantiene su arquitectura en colmena pero tiene la ventaja de que se puede acoplar a un edificio de oficinas, añadiendo la opción de instalar una pared exterior de vidrio que aporte una característica icónica al lugar.
Su funcionamiento es de lo más sencillo. En el caso del aparcamiento subterráneo, el usuario coloca su bicicleta dentro de los los raíles de entrada de la caseta exterior y apunta su rueda delantera hacia una hendidura de la pared donde está colocado el robot. Éste tras pasar nuestra tarjeta de socio por el escáner atrapa la rueda delantera evitando que se caiga lateralmente. Después, se deberá pulsar un botón verde que confirma su buena sujeción. Tras este gesto, el robot arrastra la bicicleta hasta el interior, colocándola automáticamente en su emplazamiento subterráneo hasta su siguiente recogida.
El sistema está preparado para aparcar todo tipo de bicicletas, desde eléctricas hasta de montaña o urbanas durando todo el proceso una media de tan solo trece segundos. Además, gracias a esta arquitectura los vehículos se guardan en un espacio subterráneo sellado (o en altura, dependiendo del modelo elegido) que elimina el riesgo de robo y exposición al mal tiempo.
Las cabinas de cubierta ocupan un espacio muy reducido (unos 5,35 metros de largo por 1,6 metros de ancho; esto es, unos 8,56 m²), frente a los 17,4 x 20,8 metros (unos 360 m² aprox.) que serían necesarios para un aparcamiento estándar, un espacio similar al de una piscina de 25 metros. Bajo tierra, el parking ocupa bastante menos, siendo sus medidas de 12,4 metros de alto y unos 8,36 metros de ancho, y durando su construcción en torno a dos meses.
Giken recalca que "El uso de Eco Cycle facilita el estacionamiento de gran volumen en lugares de alta densidad y escasez de terreno, como estaciones de tren". Tanto es así, que el diseño de Giken logró el beneplácito de las autoridades japonesas hace una década, siendo varias ciudades las que los usan como parkings como por ejemplo Tokio, Osaka o Kioto entre otros.
¿Veremos algún día esta solución aplicada en ciudades como Madrid o Barcelona? Solo el tiempo lo dirá. Hasta entonces estaremos pendientes de cualquier solución que puedan aplicar.