Pierre Terblanche es un diseñador que pasó parte de su vida trabajando bajo las filas de Ducati. Algunas de las motos más espectaculares de la firma italiana como la Ducati 749, la Ducati Hypermotard o la Ducati 999 son creaciones suyas.
Por eso la empresa sudafricana de motos BST aprovechó la buena mano de este hombre, también sudafricano, para crear un diseño muy particular para una moto eléctrica que pudo verse en el pasado Salón de Milán y que solo unos pocos podrán tenerla en su garaje. El nombre de esta joya de la tecnología es la BST Hypertek.
Esta sudafricana con motor eléctrico tendrá una serie limitada
La BST Hypertek ha sido el mejor trabajo de diseño que ha hecho hasta ahora Pierre Terblanche. No lo decimos nosotros, sino el propio diseñador. Desde luego su estética no se parece a casi nada de lo que hayamos visto hasta ahora en la movilidad eléctrica. Se podría decir que es como una naked, pero elevada a la enésima potencia porque está casi todo a la vista, incluso el chasis.
Destaca sobre todo la estética longitudinal tanto del motor eléctrico como de las baterías. El color cobrizo saca a relucir también el radiador que contrasta con el negro de su ventilador. Para rematar la faena, entran a escena también el color dorado del falso depósito, el colín, el guardabarros delantero e incluso la protección de las pinzas de freno.
Estamos ante una moto que entrega una potencia de 80 kW (107,2 CV) con un par motor de 120 Nm que es capaz de alcanzar una autonomía de 300 km (no se especifica si es en ciudad o carretera) y sus baterías pueden estar completas en 30 minutos en un modo de carga rápida (no tenemos los datos de la capacidad de las baterías).
Entre las soluciones interesantes que aporta este modelo nos encontramos con que no tiene un panel de instrumentos al uso. A cambio, podremos ver toda la instrumentación a través de la visera del casco hecho a medida por Cross of Japan, una solución que ya hemos visto anteriormente. También es interesante que el ventilador que está ubicado detrás de la batería dirige el calor que sale de ésta al neumático trasero Pirelli Supercorsa SP para que se caliente en el menor tiempo posible.
Al ser eléctrica no tiene una caja de cambios, pero a pesar de eso sí que hay un embrague que tiene como función permitir hacer caballitos y quemar rueda. La moto además tiene control de tracción, control anti-wheelie, control de crucero, control de arranque en cuesta y seguramente, aunque no lo especifique, también tendrá ABS.
Para detener los 205 kg que pesa el conjunto tiene un disco delantero de 330 mm de diámetro de aleación de aluminio y cerámica que está mordido por una pinza monobloque Brembo. Detrás también utiliza un disco de freno del que no se especifica su dimensión.
Las ruedas tienen una medida de 120/55-17 delante y 180/60-17 detrás. La altura de su asiento es ajustable en tres posiciones de 790 mm, 800 mm y 820 mm. Aunque sea una moto eléctrica, también contará con un generador de sonido artificial (recordamos que los vehículos eléctricos casi no hacen ruido al rodar, algo que puede ser peligroso para los peatones más despistados).
La idea de BST es que haya un número limitado de motos que salgan a la venta, seguramente porque su precio será bastante caro, aunque no llegará a ser tanto como la primera moto de Aston Martin presentada en el EICMA 2019.
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