Elon Musk tiene casi tantos detractores como fanáticos de su lado. Es un hombre enigmático; ese que apenas duerme, trabaja 100 horas a la semana, que cohabita en un sofá en la fábrica de Tesla y que no tiene vacaciones. Su visión de negocio es exitosa, en cambio; los datos hablan por sí solos.
Pero, ¿por qué Elon Musk no fabrica motos eléctricas si ya ha tenido éxito en el mundo de los coches con Tesla? Bueno, coches, robots, cohetes y hasta la Inteligencia Artificial. Sin embargo, de las motos no quiere saber nada, y hay un curioso motivo para ello.
Una convicción personal: el no a las motos de Elon Musk
Sería fácil pensar en una moto de Tesla. Una simbiosis de los Tesla en forma de moto no es tan difícil de imaginar, desde luego. De hecho, han sido unos cuantos los que han intentado plasmar su estilo en una moto. Lo que pasa es que nunca veremos una moto de Tesla, ni nada que rodee al mundo de las dos ruedas con Elon Musk.
Elon Musk es una persona controvertida, y para nada hermética. Sus continuas apariciones en podcasts, medios de comunicación y en redes sociales han dejado al desnudo una figura para nada desconocida. Y si algo sabe todo el mundo de Musk es que es muy personalista con las decisiones empresariales que toma. Es muy de convicciones personales aplicadas al negocio.
No todos son así; hay marcas que prefieren escuchar al público antes que a las convicciones del rey de la corona. Honda y BMW son un buen ejemplo. Musk no. Sus decisiones personales también influyen en sus negocios; dijo que compró Twitter porque suprimía las voces de derecha y a los defensores de la libertad.
Por eso mismo nunca veremos una moto eléctrica de Tesla, ni de ninguna otra marca que vaya a crear Elon Musk: por una decisión personal. Y eso que en su vida las motos tuvieron un peso especial, porque desde joven era un apasionado de las dos ruedas, habiendo montado primero en motos de offroad, y luego con las de carretera.
En 1988 todo eso cambió. Entonces Musk tenía 17 años, y montaba en moto de carretera. Su vida cambió ese mismo año, cuando dejó de montar en moto. Un camión se lo llevó por delante y casi muere en el accidente; aunque sobrevivió, decidió aparcar las motos para siempre. Y así fue.
Él mismo ha contado esta breve anécdota en varias ocasiones: "No fabricaremos motos de carretera, son demasiado peligrosas. Cuando tenía 17 años fui atropellado por un camión y casi muero en el accidente. Desde entonces no me he vuelto a subir a ninguna".
Elon Musk no es tonto. De hecho, es una de las personas con mejor visión de negocios de todo el planeta. Es el segundo hombre más rico del mundo, y si el fundador de PayPal, Space X, Tesla o Neuralink, entre otras, hubiese visto una oportunidad de negocio en las motos, no lo habría dudado un segundo.
Lo que pasa que las motos eléctricas no son tan rentables como a priori podrían parecer. No tanto como los coches eléctricos. Uno de los motivos es que la mayoría de marcas de motos eléctricas se han enfocado en nichos específicos dentro del mercado de motocicletas eléctricas y han trabajado para superar los desafíos de autonomía y costo. Tesla, en cambio, ha preferido concentrarse en segmentos de mercado donde puede maximizar su impacto en términos de sostenibilidad y seguridad.
Pero el mercado de los coches eléctricos, comparado con las eléctricas, no tiene nada que ver. Si no, Musk probablemente se habría metido en él ya. Solo en crecimiento, se proyecta que el de coches crecerá a una tasa compuesta anual (CAGR) de alrededor del 22% hasta 2030, alcanzando un valor de más de 800 mil millones de dólares. El de motos son migajas, en comparación: se espera que ronde el 7-10% hasta 2030, alcanzando un valor de aproximadamente 15-20 mil millones de dólares.
La mejor comparación es la de ventas. Si en 2020 se vendieron aproximadamente 6,6 millones de coches eléctricos en todo el mundo, las motos solo fueron de cerca de 1 millón. Así que Musk prefiere concentrar toda la pomada en un solo sector. Además de las convicciones personales.