Entre todas las marcas de motos eléctricas que van emergiendo poco a poco, hay algunas que llaman más la atención que otras. Especialmente cuando hacen que una eléctrica se parezca a una de las motos de combustión más especiales entre cualquier saga: la Ducati Monster. Aunque no es un 'monstruo' sí es una 'bestia', o así la ha llamado el taller de preparaciones italiano E-Racer: la Bestial-e.
La Bestial-e tiene tanto de parecido con una Monster que ha tomado y esculpido directamente sus formas sobre la base de una Zero SR/F. No es su primera creación, y aunque no tenga un motor de combustión, la estética puede ser un buen motivo para pasarse al enchufe este 2023.
La E-Racer Bestial-e tiene casi 400 km de autonomía
El primer trabajo de E-Racer tuvo que ver con la Zero SR/F, la Edge era una moto que transformaba la famosa Zero en una café racer con 110 CV de potencia y autonomía de 259 km en ciudad. Después de aquello trajeron la Rugged, también basada en la Zero FXS, y antes de esta Monster, la Tender que se basaba en la Tacita T-Race, otra marca italiana.
Dar el salto y hacerla parecer una Ducati Monster son palabras mayores porque la Monster es una de las motos históricas que lleva más de 30 años en el catálogo de Ducati. Para ello cogieron la última moto de los italianos y la desvistieron de pies a cabeza, de faro a colín y trabajaron en tres partes: faro delantero, depósito y colín.
Como las motos eléctricas suelen tener más peso que las motos de combustión interna por el tamaño y peso de las baterías, tuvieron que someterla a una dieta. Para ello emplearon fibra de carbono en distintas partes, y principalmente en depósito y colín trasero. Aunque no se puede comparar con la Monster y no sabemos el peso previo sin la fibra de carbono, el peso final de la moto es de 220 kg.
Aunque utiliza la misma estructura salta a la vista el musculoso depósito, con líneas más afiladas y cierto tamaño más compacto. El asiento ha sido rediseñado a mano, faros Full LED y una parte ciclo bastante llamativa.
En potencia este modelo cuenta con un motor eléctrico de 110 CV, con una velocidad máxima autolimitada a 200 km/h. Para hacerla gobernable, dispone de un control de estabilidad desarrollado por Bosch.
La batería es de iones de litio de 15,6 kWh, pero que se puede ‘desbloquear’ hasta los 17,3 kWh mediante una actualización de software. También se puede tener otra batería auxiliar para llevar esa cifra a los 21 kWh denominada Power Tank. Los números de la marca señalan que llega hasta los 365 km de autonomía,
Entre los componentes de primera clase, frenos con discos wave y pinzas Brembo Stylema con bomba radial, o el sistema de suspensión trasera AirTender con monoamortiguador colocado en el lateral.
Mención aparte merece otra de las cosas que no gusta a los moteros más conservadores: la ausencia del escape y el inapreciable sonido de las eléctricas. Para solucionarlo, la marca ha instalado un sistema de sonido, el E-Racer Audio Forceback, o mismamente el E-RAF. Reproduce y multiplica el sonido generado por el campo electromagnético del motor por un gran altavoz Bose. Se supone que tiene dos fines: uno, alertar a los peatones de la presencia de la moto y dos, transmitir al piloto un feedback y unas sensaciones diferentes según la velocidad de la moto ya que también genera vibraciones.
Que estuviese en el EICMA es una buena señal, y ahora la marca italiana ya está en negociaciones con E-Motion Italia para lograr una distribución mundial de este modelo. Su llegada se espera en primavera de este 2023 porque ya tiene incluso los papeles de homologación de la Zero SR/F para poder comercializarse.