Batir un récord mundial en moto ya es mucho. Batir dos, complicado. Pues alguien lo acaba de hacer a bordo de una moto eléctrica que parece de todo menos una moto eléctrica; se llama 'La Belgitude', y en unos pocos minutos se ha metido en el Libro Guinness de los Récords.
Así, como datos preliminares, esta pequeña bestia eléctrica, que parece más bien un 'brick' de leche doblado, pesa menos de 150 kilos y se ha puesto a casi 230 kilómetros por hora. Suficiente para batir un récord.
Y en la posición más incómoda para ir en moto: de cuclillas
Torsten Robbens y su 'La Belgitude' de menos de 150 kilos de peso, han sido los protagonistas de la última convención 'World Speed Trials' que se ha celebrado en el circuito alemán de Lausitzring bajo el auspicio de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).
Allí se presentó el belga con su "ultramoderna", dice, moto eléctrica. En cuestión de unos minutos se hizo con dos récords mundiales en la categoría de motocicletas eléctricas de menos de 150 kg. El primero, en la categoría "no aerodinámica", alcanzó la asombrosa velocidad de 214,15 km/h, y en la categoría "semi aerodinámica", la impresionante cifra de 229,50 km/h.
¿Es importante? Mucho. Especialmente para Bélgica, ya que la última vez que un belga consiguió un récord mundial de velocidad de la FIM fue en 1932 por René Milhoux, que resultó ser un amigo íntimo de Hergé, según The Pack.
Esta moto es 100% artesanal, hecha en el garaje de casa. Este hombre, que lleva la competición en las venas (ha dirigido equipos incluso en las 24 Horas de Le Mans, y ahí tiene otro récord, ser el director de equipo más joven en ganarlas) tenía el objetivo de desmontar la creencia de que las motocicletas eléctricas son menos que las de gasolina.
"No debemos permitir que la rica historia de Bélgica en ingeniería de motocicletas se desvanezca. Quiero continuar con ese nivel de artesanía a través de La Belgitude, una actitud", dijo.
Sobre esta curiosa moto no hay demasiados datos al respecto; su potencia es indeterminada, pero para ponerse a unos 200 km/h debería tener un motor de más de 100 CV y un par motor cercano a los 190 Nm, cifras similares a la Zero SR/F, por ejemplo.
Lo curioso de esta moto es que, para llevarla, hace falta ir de cuclillas sobre el ligero chasis. Es decir, no tiene asiento ni estriberas, sino que hay en una curiosa posición aerodinámica.