KTM está en vacas flacas. La situación financiera de la compañía es crítica hasta el punto de que el plan de reestructuración, se dice, se rumorea, podría acabar con el programa de MotoGP de la marca austriaca.
¿Qué hay de cierto en ello? Los rumores, rumores son. Desde la marca, y en exclusiva para MOTORRAD, el director de KTM Motorsport, se esfuerza en reforzar la idea de que son "tonterías" y de que el proyecto seguirá adelante en 2026.
"Si todo sale bien, seguiremos necesitando el deporte del motor"
En ningún momento KTM ha dicho que vaya a irse de MotoGP. Solo han dicho que cumplirán con su plan hasta 2025. Pero, ¿y después? Su contrato con Dorna les obliga a quedarse hasta 2026. Aunque parece que, según ciertas fuentes, entre ellas un informe de la Asociación de Acreedores Alpinos (AKV) ha señalado directamente a la salida de MotoGP como parte del plan de reorganización de la marca.
Pero hay que escuchar a la marca, porque es la principal involucrada. Y quien habla no es otro que el mandamás de la división de motorsport de KTM, Pit Beirer. Ha sido muy claro al respecto, tildando de "tonterías" todos los rumores.
"Últimamente se han publicado muchas tonterías, como la salida de MotoGP en 2026", arrancó Beirer. "Ahora tenemos que superar algunos obstáculos adicionales para sacar a toda la empresa de esta situación", dijo, así como aseguró que "el administrador de la reestructuración afirmó claramente que la empresa es muy fuerte y que puede continuar con éxito".
Tildó de "buenas condiciones" el resto de la reestructuración, y que además, los "consultores externos que miran todo de cerca, ven al deporte del motor como una gran ventana de costes y dicen que si el presupuesto deportivo pudiera reducirse a la mitad, entonces habría un enorme potencial de ahorro". Eso no significa salir; sino ahorrar.
Seguros de que "el deporte del motor es el buque insignia número uno de las marcas" y de que "en Innviertel y Alta Austria se necesita KTM", el objetivo de la marca es "proteger a la mayor cantidad de personas posible". Pero lo más importante es que ven la entrada en MotoGP como una ventana de ventas: "Entramos en MotoGP. Seis años después, las ventas de KTM se habían duplicado".
Beirer es consciente de que "en MotoGP presentamos la marca KTM como en ningún otro escenario" y que es "parte del modelo de negocio; ahora se trata de estabilizar y salvar la empresa para que en Mattighofen no se apague la luz". Y ya avanza: "Si lo hacemos bien, seguiremos necesitando el deporte del motor".