Cuando muchos creían que el cambio de equipo de Tito Rabat para este 2018 supondría el declive del piloto español en el Campeonato del Mundo de MotoGP, el dorsal 53 ha demostrado que aún tiene mucho que decir. El portazo en la cara del Marc VDS acabó por llevarle a recalar en el Reale Avintia, de una Honda RC213V a la Ducati Desmosedici, y el cambio se está haciendo notar.
Rabat ha pasado dos años en la escuadra de Marc van der Straten en los que ha pasado sin pena ni gloria más allá de lo que pudiéramos esperar de un razonable periodo de adaptación. Los resultados de Tito fueron bastante parcos con un vigésimo primer y décimo noveno puestos en las dos campañas anteriores, con un noveno puesto en 2016 y un décimo en 2017 como mejores resultados.
"Después de Austin llegaré a tope a Jerez"
Al igual que Jack Miller, Rabat ha sufrido la desazón de ser un piloto Honda, pero de segunda división (o más bien tercera, teniendo en cuenta que Miller tenía contrato directo con la fábrica y ni siquiera a él le llegaban las evoluciones). La RC213V es una moto complicada, hecha para pilotos con un estilo muy contundente como Márquez o Crutchlow o que llevan una eternidad subidos a ella como Pedrosa.
Durante las tres primeras carreras de la temporada Rabat ya ha hecho volar por los aires los resultados conseguidos anteriormente. Ya suma 22 puntos, casi tantos como en cualquiera de los dos años previos completos (29 y 35 respectivamente), y es que le ha bastado con tres participaciones para demostrar que la Ducati, pese a su fama, es ahora una moto más amable con su piloto.
Décimo primero en Catar, séptimo en Argentina y octavo en Texas después de una soberbia remontada desde la 14ª posición, Rabat está confiado en poder luchar contra los asiduos al top 10 y aspira a colocarse cerca de los cinco primeros. Ya dio muestras de su buen hacer en pretemporada, y de ahora en adelante el 53 sólo puede mejorar.
Esta progresión se confirmó precisamente en la carrera de Austin. Allí Jack Miller volvió a postularse como la gran baza de Ducati después de haber despuntado en varias ocasiones, pero a medida que fue avanzando la carrera fue Rabat quien en la última pudo batir a Miller y colocarse como la segunda mejor Ducati clasificada en carrera. "Al final he tenido una buena pelea con Jack y he conseguido pasarle en la última vuelta. Con este resultado voy a llegar a Jerez a tope".
"Estoy muy contento de las tres primeras carreras que hemos hecho, de el trabajo que está haciendo el equipo y de mi Ducati", aseguraba el español. Y es que la Ducati Desmosedici GP17 parece funcionar mejor en manos de los pilotos satélite de lo que se podría esperar de la GP18.
"En Austin hemos hecho un fin de semana muy bueno, ya que era complicado y sólo habíamos rodado en buenas condiciones en el FP2. Nos arriesgamos con la elección de neumáticos para la carrera y hemos acertado", señalaba Rabat, que llegará dispuesto a mejorar aún más sus resultados en el Gran Premio de España de este fin de semana.