Ya sabemos que el programa de la Cadena Ser, El Larguero, no es precisamente un espacio en el que el motociclismo sea el principal tema de tertulia, pero ayer, tuvo un escenario y un invitado muy especial: Jorge Lorenzo desde el museo World Champions by 99”. El balear estuvo charlando sobre su nuevo proyecto en Ducati y la relación con su antiguo compañero de equipo.
En apenas 10 días tendrán lugar el test de pretemporada en Qatar antes de que dé comienzo el campeonato en el mismo trazado el día 26 de marzo. Es la última oportunidad que tiene Lorenzo de poner a punto su Desmosedici GP17 antes de verse cara a cara con la que será la primera parrilla de salida del año.
“Prefiero admirar a mis rivales que sacar lo negativo de ellos"
Es evidente que los resultados obtenidos en Valencia, Malasia y Australia no son las mejores noticias, pero el balear sabe que queda trabajo por hacer y que se tiene que adaptar aún más a su nueva montura. Él es consciente del diamante en bruto que tiene entre las manos y confía en poder mejorar todos los aspectos negativos que ahora le hacen perder décimas.
El primer día que la probé tenía mucha ilusión. Lo primero que me impresionó fue con el motor después de abrir a fondo en la recta de Valencia, es espectacular y tiene una potencia increíble, es es el más potente de la parrilla y además es bastante dócil. Tenía un poco de miedo de que fuera demasiado radical, y no es para tanto, aunque es más difícil de llevar que otras motos.
Tiene bastantes puntos fuertes, pero algunos puntos débiles en los que tenemos que trabajar. En comparación con una japonesa le cuesta más girar. Tienes que usar un poco el freno trasero para hacerla girar con el gas y ese es el principal problema, tenemos intentar que la moto gire más cuando estamos en máxima inclinación.
Cuando Lorenzo decidió marcharse a Ducati lo hizo con un solo objetivo: ser Campeón del Mundo. Los de Borgo Panigale están convencidos de que el fichaje de Jorge es acertado y están tratando de darle todo lo que necesita para lograrlo. Pero el español cree que este año no tiene una moto para luchar de tú a tú por el campeonato.
Me han fichado para intentar dar un paso hacia delante en cuanto a resultados, pero no será fácil. Nosotros llegamos con dos victorias del año pasado y algún podio más. Ahora mismo con esta moto que tenemos podemos aspirar a luchar por la victoria en algún circuito, pero todavía no tenemos una moto suficientemente completa como para luchar por el mundial.
Si pienso en el futuro, es difícil imaginarme luchando por el mundial ahora mismo. Si no cambian mucho las cosas, si no suceden cosas especiales durante la temporada y si no tenemos mucha suerte. Hay algún circuito que se nos atraganta, y la moto tiene que ser completa en todos los circuitos, no sólo en algunos.
Otro de los temas que se trataron en la entrevista, tuvo que ver con la relación que tiene con su antiguo compañero de equipo, Valentino Rossi. La tensión que se vivía en el box de Yamaha en los últimos meses, junto con la oferta que llegó por parte de Ducati tuvo mucho que ver antes de que tomase la decisión de marcharse.
Además, el español cree que Rossi jugó mal sus cartas en la renovación con el fabricante de Iwata, ya que, de haber esperado al anuncio de su marcha de Yamaha, Rossi podría haber negociado unas mejores condiciones de contrato al no tener que hacer frente a dos cuantiosos contratos a la vez.
Cuando llegó Rossi en 2013 vino después de dos temporadas malas en Ducati, sin resultados. Por entonces no tenía mucho poder dentro de Yamaha, tenían al actual campeón, que era yo, y me habían subido el sueldo en el contrato así que no podían pagar dos contratos top a dos pilotos.
Rossi entró con las orejas gachas después de dos años malos entre comillas. Seguramente le subieron la ficha en las dos siguientes negociaciones, pero estaba todavía lejos de mis condiciones. Yamaha podía mantener a los dos en ese momento, pero seguramente sin Lorenzo el contrato de Rossi hubiera sido muy diferente.
Jorge Lorenzo cree firmemente que el piloto italiano todavía tiene opciones para ganar el que sería su décimo título de Campeón del Mundo y no duda en elogiar todas sus virtudes, pero sabe que los jóvenes que vienen por detrás tienen mucha hambre y eso complica su asalto a la corona este 2017.
Posibilidades tiene y tiene unas armas como el hambre que sigue teniendo. Creo está todavía muy enfocado en su décimo mundial y se esfuerza día a día por mejorarse a sí mismo. Lo bueno que es, todavía quiere perfeccionar y seguir a la altura de los que empujan muy fuerte desde abajo.
Es muy regular, en los últimos años ha luchado por el campeonato. Pero si que es verdad que Márquez cada vez es más completo y experimentado, Viñales ahora mismo tiene una moto mejor y va a ir muy rápido. Vienen jóvenes como Folger, Zarco o Rins que también van a ir muy rápido cada vez. En teoría le puede costar más, pero con Valentino nunca se sabe, es un piloto que puede sorprender en cualquier momento.
Habrá que esperar para ver si el paso de Jorge Lorenzo por Ducati es bueno, o si por el contrario se convierte en un calvario como lo fue para Valentino Rossi. De momento, no pintan tan mal las cosas para el balear que es consciente del potencial que tiene la moto y camina con pies de plomo de cara a poder conquistar el título con Ducati.