Repóker. Cinco Ducati en las cinco primeras posiciones, siete Ducati en las ocho primeras. El Gran Premio de Gran Bretaña de 2024 no fue una carrera histórica para los de Borgo Panigale, tan solo fue una más. Ducati lleva siete tripletes seguidos, humillan a la competencia y empiezan a ser un riesgo para MotoGP.
Mientras Ducati se pasea en un mundial sin competencia, otras cuatro marcas ven con total impotencia como es imposible no ser machacadas por las Ducati. El runrún de que una o más marcas tomen el camino de Suzuki cada vez es más grande. Hay cosas que no cuadran, y muchos señalan a un culpable: Michelin.
Corriendo con ocho motos, Ducati juega con las cartas marcadas en MotoGP
Decir que Ducati arrasa porque ha hecho un trabajo mejor que las demás sería demasiado simplista. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el año pasado Aleix Espargaró ganó en Silverstone con una Aprilia de 2023 contra la Ducati GP23 pilotada por Pecco Bagnaia y Jorge Martín y este año Espargaró ha sido superado con la Aprilia 2024 por la Ducati GP23 de Fabio Di Giannantonio.
¿Cómo puede ser que en un año una moto que no ha evolucionado nada como la Ducati Desmosedici GP23 haya adelantado a una moto que sí ha evolucionado, y mucho, como es la Aprilia? Lo único que ha cambiado desde la temporada pasada son las ruedas de Michelin, y parece que una vez más han ayudado a la misma marca de siempre.
Los nuevos neumáticos de Michelin en 2024 no se desgastan. Aguantan casi toda la carrera sin un gran bajón de rendimiento, al menos en las Ducati. Y es así como se justifica que las carreras sean cada vez más rápidas. Lo que es evidente es que Ducati entiende mejor que nadie cómo funcionan las Michelin, como le pasaba en su día a Mercedes con Pirelli en la Fórmula 1.
Otros creen que la ventaja de Ducati se ha labrado en que se les haya permitido de forma totalmente irresponsable correr con ocho motos durante tres temporadas, mientras las demás marcas estaban con cuatro motos o incluso solo con dos. Aunque el año que viene se vaya Pramac, seguirán teniendo seis motos, una ventaja totalmente injusta.
Lo que está claro es que el resto de marcas comienzan a estar muy quemadas. Especialmente una, KTM, en torno a la cual corre cierto runrún de suzukización. Y es que un mundial en el que una marca copa las ocho primeras posiciones a placer no es un campeonato ni hay competencia, tan solo es un aburrido desfile militar.
O Dorna acaba pronto con la Copa Ducati o más pronto que tarde MotoGP se le va a convertir en un campeonato monomarca. De facto, ya lo es.