Moto3, la categoría peligrosa que desmiente aquello de "hasta que no pase algo grave no van a aprender"
En los deportes del motor cuando se quiere denunciar una actitud peligrosa en alguna categoría se suele recurrir a aquello del "hasta que no pase algo grave no van a aprender", pero Moto3 es la categoría que demuestra que en realidad eso no es cierto. Con la tragedia de Jason Dupasquier aún presente, la categoría sigue dando pasos de gigante hacia la más absoluta desfachatez.
En el Gran Premio de los Países Bajos que se disputó este fin de semana en el circuito de Assen pudo morir Pedro Acosta. Y suena crudo decirlo así, pero hubiese sido culpa suya. Lamento a todos los ilusionados fans del '37' a quien les suenen muy duras estas palabras así escritas, pero quizá sea hora de ser más claro si queremos evitar que haya más casos Dupasquier en la categoría.
Acosta fue atropellado por otra moto cuando ya no estaban compitiendo
Vamos a poner las cosas en contexto. Pedro Acosta se quedó tirado en mitad de la recta de meta de Assen y la moto de Riccardo Rossi le pasó por encima cuando venía a toda velocidad. El murciano no se estaba jugando nada, eran unos entrenamientos libres en los que la bandera a cuadros ya había caído para él, y también para Rossi.
Los dos lo sabían. Sabían perfectamente que su vuelta ya no servía para nada, pero siguieron molestando y adelantándose con pilotos como Stefano Nepa o Ryusei Yamanaka, que sí estaban compitiendo por una plaza en la Q2. Un botín muy pequeño en una categoría en la que no importa absolutamente nada la posición de salida.
Esta es una de las cosas que más llaman la atención de esta categoría. ¿Por qué los equipos hacen todo tipo de artimañas para que sus pilotos salgan lo más arriba posible? ¿Cómo es posible que esos pilotos se arriesguen a recibir sanciones muy severas de los directores de carrera solo por una posibilidad de salir más arriba? En Moto3, salir cuarto o decimocuarto viene a ser lo mismo.
Pero una y otra vez nos encontramos la misma estampa. Equipos que esperan hasta la eternidad en boxes simplemente para coger la rueda del piloto que consideran que es el más rápido, aunque ello signifique salir a pista sin el tiempo suficiente para dar una vuelta rápida. En Moto3 lo raro es la clasificación en la que todos logran dar la última vuelta rápida.
Uno no llega a adivinar si es que ellos son estúpidos por exponerse a sanciones graves en carrera o el estúpido es el que escribe esto, por no darse cuenta de la enorme ventaja que supone salir tres, siete o trece posiciones más adelante o más atrás en una categoría en la que en cada vuelta el décima se pone líder y viceversa. Pero está siendo peligroso. Y mortal.
Esto es un milagro. No hay más.
— DAZN España (@DAZN_ES) June 26, 2021
La moto de Ricardo Rossi ha pasado por encima de Pedro Acosta 😧 Pero, por fortuna, no le ha pasado absolutamente nada. Se ha levantado él solo y ha llegado andando a su box #DutchGP 🇳🇱 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/jjXz4FIDXY
En el accidente de Jason Dupasquier en Mugello estuvo implicado un piloto que ya no estaba compitiendo, pero siguió apretando. No, Jeremy Alcoba no es el culpable de aquella tragedia en ningún caso, pero su actitud fue irresponsable y sus excusas minúsculas y patéticas ante la magnitud de la tragedia.
Igual de irresponsable que fue lo que hicieron Acosta y Rossi en Assen, pero sorprendentemente se fueron sin sanción. Si adelantarse y rebasarse cuando no estás compitiendo con pilotos que sí están haciendo su vuelta rápida, y además provocando un accidente potencialmente letal, no es penalizable, uno ya no entiende el criterio. Quizá dejar sin correr al único atractivo de la categoría era demasiado.
El caso es que a los comisarios hay que reconocerles que están haciendo una gradual escalada de las penalizaciones, aún sin entender muy bien el criterio que se aplica, pero a los equipos les sigue dando igual. Quizá sea hora de pasar a medidas más severas, pero en ningún caso se deberían aplicar según quién sea el implicado, y en Assen pareció que se hacía.
¿Veremos a algún piloto baneado sin correr una carrera? ¿Se expulsará a algún equipo del campeonato? ¿Se le retirarán a alguien los puntos del mundial? Visto lo visto, da la sensación de que aunque las amenazas fueran esas, algunos lumbreras seguirían prefiriendo no dar la vuelta en solitario y arriesgarse a cambio de ganar un par de inútiles posiciones en la parrilla.
Ahora el mundial frena en seco durante más de un mes, tiempo más que suficiente para que los que mandan en MotoGP digieran la desgracia de Dupasquier y elaboren un plan serio, sin parches y sin miramientos, para afrontar un problema que tenemos delante. Esto es más importante que los límites de pista. En Assen pudimos perder a la mayor perla joven del motociclismo mundial.
Críticas para los chavales con acné de Moto3, aplausos para las leyendas de MotoGP
Si algo saben bien los buenos gestores de grupos es que hay que tratar con la misma contundencia y firmeza al más débil que al más fuerte, y eso en MotoGP y su entorno no se aplica. Los mismos que desde la organización y desde la prensa se llevan las manos a la cabeza cuando un chaval de Moto3 hace una temeridad para coger una rueda, aplauden si lo hace su piloto favorito en MotoGP.
No solo aplauden, sino que lo visten de gran estratega, como de si de Napoleon ganando una batalla se tratase. No, superar una Q1 cogiendo descaradamente la rueda de otro rival que no te la quiere dar no es ni digno ni deportivo ni ético. Es hacerse trampas al solitario, e igualmente sancionable si lo hace el piloto con más acné de Moto3, Andrea Iannone o Marc Márquez.
Cada vez es más difícil encontrar el talento en Moto3
Por otro lado, la categoría de Moto3 debería darse una repensada general. Cada vez es más difícil separar el grano de la paja, y descubrir el talento es prácticamente misión imposible salvo casos muy obvios como el de Acosta. El mejor ejemplo es el de Raúl Fernández, que ha pasado en un año de no destacar en Moto3 a ser la gran joya de Moto2. Había talento, pero no se veía a simple vista.
Moto3 cada vez se parece más a la infame Supersport 300, una categoría en la que el mérito no importa porque en cualquier curva es igual de probable que jueguen a los bolos contigo como que eso no suceda. Los grupos son enormes, nadie tira, las clasificaciones no sirven para nada y al final gana el que queda en pie.
Si Moto3 es una categoría formativa, y por mucho que se nos quiera vender como un mundial valioso por sí mismo, lo es, entre otra cosas porque nadie tiene el plan de quedarse allí, cabría preguntarse si lo que mejor forma a un piloto es que ir lento sea lo más positivo, que dejarse pasar sea un buen plan y que ser un zote a una vuelta no sea contraproducente.
Hagamos una reflexión: ¿por qué piloto de la actual parrilla de Moto3 pondrían ustedes la mano en el fuego de que acabará llegando a MotoGP? Sí, hay uno que sale fácil, Pedro Acosta, pero éste es uno de esos que salen cada muchos años. De los demás, alguno llegará, seguramente muchos, pero ahora mismo son indescifrable. Se pierden en la marabunta y el caos de Moto3. Toca reflexionar.
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