Mientras que los pilotos del equipo Movistar Yamaha daban un paso atrás volviendo a la configuración 2016 para sus Yamaha YZR-M1 y combinando con motores de 2017 y 2018 para recuperar las sensaciones, Johann Zarco hizo el paso contrario y se centró en trabajar con la moto de 2017 que hasta ahora habían pilotado Valentino Rossi y Maverick Viñales y que no ha acabado de funcionar especialmente hacia final de temporada.
El piloto galo ya sabemos todos que es rápido, agresivo y tiene ambición, pero lo que no esperábamos es que a diferencia de los pilotos oficiales de la marca él encontrase más puntos positivos en la moto nueva (para él).
Yamaha podría dar a Zarco una M1 oficial en 2018
"Con la moto de 2017 puedo controlar más la frenada, es más estable y eso es importante de cara a las carreras", afirmaba el rookie del año 2017, a lo que añadía de forma rotunda que "todo lo que he encontrado es positivo, nada negativo". De esta manera Zarco contradice en cierto modo las opiniones de Rossi y Viñales.
Al principio de la jornada de ayer Johann saltó a pista montado sobre la 2016 que había pilotado hasta ahora, la misma con la que el pasado domingo acabó en segunda posición en el GP de Valencia. Después cambió rápidamente a la 2017 con la que rodó durante el resto de la jornada y con la que previsiblemente seguirá trabajando durante los test de Cheste.
Con la 2017 y neumáticos nuevos Zarco paró el crono a sólo una décima de su mejor registro marcado el sábado pasado (1:30.389 contra 1:30.246) durante la clasificación del GP, un crono que le permitió ser segundo en parrilla. Esta diferencia mínima refleja la sintonía del dorsal número 5 con la Yamaha, en cualquiera de sus versiones, pero al ser preguntado directamente por la versión más moderna era muy claro: "La 2017 para mí es mejor".
Ahora la duda recae sobre Yamaha. Con Johann Zarco como mejor Yamaha de manera regular por delante de las oficiales tanto en carrera como en entrenamientos, la firma de los diapasones puede abrir una nueva vía de trabajo. Zarco tiene contrato con el equipo satélite de Hervè Poncharal pero los de Iwata podrían equiparle con una moto 2018 esta temporada a modo de laboratorio de pruebas.
Esta decisión tendría una vertiente positiva y otra negativa. La positiva es que contar con una tercera moto oficial facilitaría el desarrollo de las motos en el garaje de fábrica; la negativa es que Yamaha se expondría a que un piloto satélite superase con (teóricamente) el mismo material a los pilotos oficiales.
Precisamente en relación a este tema, Maverick Viñales no se mostraba reacio a que Zarco pudiera llevar la próxima temporada una moto como la suya. "La decisión es de Yamaha, pero es importante tener otra moto con la que hacer más pruebas", apuntaba el 25. "Zarco está a un gran nivel, puede probar piezas como nosotros y ofrecer más camino si alguna parte del equipo se pierde".
En cualquier caso está claro que Zarco no ha llegado para hacer amigos en MotoGP, su intención está puesta en poder dar el salto al equipo oficial de Yamaha en 2019 y, si no, escuchar otras ofertas. En caso de seguir manteniendo la trayectoria marcada en su primer año en la categoría reina, desde luego que no le van a faltar novias.
Fotos | Monster Yamaha Tech3