La crisis de Honda está camuflando en gran medida otra crisis igual de gigante que se está produciendo en MotoGP, la de Yamaha. La marca de Iwata pasa por tener claramente la peor moto de MotoGP: Fabio Quartararo y Franco Morbidelli prácticamente nunca aparecen en el top diez, y van últimos de constructores.
Si Marc Márquez tuvo su reunión con los capos de Honda, Fabio Quartararo directamente ha tenido un encuentro con el presidente de Yamaha. Pero las sensaciones no son demasiado positivas. Tanto que el campeón de 2021 ya ha abandonado casi cualquier esperanza de que Yamaha se recupere.
"¿Alguien cree que yo quiero seguir en Yamaha?", se pregunta Morbidelli
En lo que llevamos de temporada Yamaha solo ha acabado tres carreras de catorce en el top seis. Fue el podio de Quartararo en Austin y los dos cuartos puestos de Morbidelli bajo la lluvia de Argentina. En Europa todavía Yamaha no se ha estrenado, y la sensación es de que en cada carrera están aún más atrás.
Así que Quartararo se ha reunido con el presidente de Yamaha, Yoshihiro Hidaka, pero no ha servido de mucho. 'El Diablo' explicaba que su conclusión de esa reunión es que "no estoy muy confiado, por supuesto. Me baso en la evolución de los últimos años. No puedes tener confianza cuando estás luchando por estas posiciones".
La relación entre Yamaha y Quartararo parece totalmente rota, pero el problema es que el francés firmó dos años más de contrato. Es decir, está atado a Yamaha hasta finales de 2024. Los rumores le sitúan en Aprilia, pero tendría que ser de cara a 2025. Un desastre que puede tirar por la borda los mejores años de Quartararo es una moto horrible.
"En la pretemporada trabajaron duro y no encontraron ninguna mejora. Así que sabemos que aunque trabajen duro no significa que vayan a alcanzar algún cambio", decía dolorosamente honesto Quartararo sobre su marca. Sobre la reunión con Hidaka, Quartararo afirma que él pidió su presencia, y que "espero que se dé cuenta de lo lejos que estamos".
Morbidelli ya contestó con sorna hace unos días que "¿alguien sabe si yo quiero seguir en Yamaha?", sobre los rumores que decían que Yamaha no le iba a renovar. Al italiano se le vincula al VR46, es decir, a Ducati. Morbidelli acaba contrato con Yamaha en 2023, pero para Quartararo su desgracia es que tiene que seguir hasta 2024.
Una situación idéntica a la que tiene Marc Márquez con Honda. De hecho, Quartararo ha dicho sobre el español que "entiendo como se siente. Para mí sigue siendo el mejor". Lo que está claro es que ahora la Honda y la Yamaha compiten por ver cuál de las dos es la peor moto de MotoGP. De momento, gana la Yamaha.