Tras ver el sainete que nos han montado Cal Crutchlow y Ducati, que primero decía que seguía y ahora dice que se va a otro equipo, a uno le asaltan dudas más que razonables sobre lo que está pasando en el equipo italiano, o quizá deberíamos decir en el departamento de carreras de la marca italiana. Cuando a mediados de julio pasado el piloto británico confirmaba su continuidad en el Ducati Corse de MotoGP mucha gente se preguntó por las razones que habían llevado al piloto a quedarse en ese equipo.
Otros empezaron a especular sobre las posibles mejoras de Ducati para la temporada que viene, e incluso especularon sobre las posibles mejoras que tendrán en lo que queda de esta temporada 2014. Pero parece que nadie reparó en el artículo que escribió Mat Oxley en Motorsport Magazine y que creo que deja muy claro lo que está pasando en el equipo italiano (al menos hasta este momento).
A todos nos llama la atención que con Casey Stoner sobre la Ducati esta fuera un arma imbatible y con muchos otros pilotos a sus mandos no deje de ser una moto de segunda fila incapaz de plantar cara a las todopoderosas Honda y Yamaha un domingo si y otro también. A estas alturas de curso parece estar muy claro que una parte muy grande de la excepcionalidad del conjunto la ponía el piloto. Mientras que la moto parece que no era tan buena en manos de otros pilotos.
Mirando las estadísticas que publica Mat Oxley podemos ver que el único piloto que ha sido capaz de ganar una carrera sobre una Ducati y que no sea el australiano fue Loris Capirossi en Motegi 2007. El mismo año triunfal de Stoner con la marca italiana. Desde aquella victoria de Capirossi han pasado 118 carreras sin ver una victoria de Ducati pilotada por alguien que no fuera el piloto australiano.
Según cuenta Oxley en su artículo, hasta la llegada de Luigi Dall’Igna los ingenieros de la marca rara vez pisaban el circuito, toda la información sobre la moto de carreras les llegaba a través de una serie de informes escritos. Tal era la distancia entre los ingenieros y el equipo que los primeros se sentían atacados cuando alguien del equipo les sugería alguna modificación en sus diseños para hacerlos más competitivos, ya fuera piloto o mecánico.
Una muestra de esto parece ser que el motor de la Ducati utiliza tornillos que van desde los siete milímetros hasta los diez, lo que obliga a los mecánicos en el box a acarrear un buen número de llaves diferentes y les retrasa bastante en sus trabajos. Más que nada porque una tuerca del siete es prácticamente igual que una del ocho, pero necesitan cada una una llave diferente. Y si tienes que desmontar diez tuercas de varias medidas diferentes es muy fácil equivocarte y perder tiempo.
Esta desconexión parece que viene de lejos, ya que incluso Casey Stoner echaba pestes de los ingenieros mientras alababa el trabajo de los mecánicos en el box. Ni que decir tiene que los comentarios que hacía Valentino Rossi en los dos años que penó en el equipo Ducati en muchos casos parece que eran tomados como insultos personales a los ingenieros. Algo así como los políticos esos que viven en un castillo de cristal y que cada cierto tiempo salen para decirnos que va todo bien mientras los de la calle nos morimos de hambre. Si ya es mala esa actitud en un político imaginad en alguien que tiene que diseñar una máquina para que la utilicen otros y no les pregunta nunca si va como ellos quieren o esperan.
Todo esto parece que tras la llegada de Luigi Dall’Igna va cambiando poco a poco. Y la promesa de una nueva moto para 2015 tendría más sentido que nunca si viene a solventar estos problemas que comentan tanto pilotos como mecánicos del propio equipo. Pero mientras llega esa nueva moto, y la solución para que Ducati vuelva a estar delante de las motos oficiales japonesas, los pilotos van sucediéndose unos tras otros a los mandos de las Ducati de MotoGP como si fueran las doncellas que se entregaban al sacrificio del dragón. ¿Será Luigi Dall’Igna el San Jordi de Ducati?
Lo que si que tengo claro es que Ducati desde aquella temporada de 2007 no parece haber vuelto a encontrar el camino a seguir para hacer una moto ganadora. Primero se decía que la configuración del chasis era un problema. Luego que el motor era demasiado largo y estorbaba a los pilotos. Un poco más tarde ficharon al que era considerado como el mejor piloto del momento con uno de los mejores ingenieros y no consiguieron hacer más que unos ridículos podios mientras los demás discutíamos si era la puesta a punto o los neumáticos lo que no hacían competitiva la moto.
Y mira por donde ahora nos dicen que el problema son los diseñadores, que hacen motos a su “bola” y que nadie es capaz de conducirlas hasta lo más alto del podio. ¿Habrá que esperar mucho para volver a encontrar un nuevo Stoner? ¿Se darán cuenta antes los diseñadores y fabricarán algo que no sea necesario ser extraterrestre para poder conducirlo? ¿Se cansarán antes en Bolonia y tirarán la toalla? Porque en Superbikes tampoco parece que la cosa vaya demasiado bien como para volver a ganar un Mundial. Aunque en este otro mundial parece que en cuanto llegue la nueva categoría de motos la marca italiana va a tener bastante que decir.
Vía | Motorsport Magazine
Fotos vía | Ducati Corse
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