El trinomio formado por Stoner, Ducati y Bridgestone esta temporada ha sido perfecto. Cada uno de estos tres factores han sido los mejores en su sector, y eso les ha llevado a proclamarse campeones a falta todavía de tres carreras. Pero, teniendo en cuenta que este era el primer año de Stoner en Ducati, esperándose que se formara poco a poco con la compañía de Loris Capirossi, y viniendo de haber sufrido ni más ni menos que 14 caídas la temporada anterior, ¿cómo ha sido posible este dominio? ¿a qué se debe este cambio en su redimiento?
Uno de los muchos puntos a tener en cuenta, lógicamente, son los neumáticos Bridgestone, que le han permitido exprimir al máximo su estilo de pilotaje. Un estilo de pilotaje que los Michelin le limitaban el año pasado. Y es que a Stoner le gusta apoyar el peso sobre el tren delantero, algo que los neumáticos franceses no le permitían. Este problema ha desaparecido con los Bridgestone.
Otra de las razones de este poderío es su veloz paso por curva, y el empezar a dar gas antes que sus rivales con la moto todavía inclinada. Y es que el control de tracción es otro de los factores que tienen mucho que ver en su mejoría. Mientras que el año pasado con Honda el control de tracción era reactivo (el ordenador espera que la moto perciba problemas de tracción para corregir), con Ducati este es preventivo (el ordenador nota la pérdida de tracción y reacciona antes de que la moto derrape). Seguramente esto tiene mucho que ver con que el año pasado Stoner sufriera 14 caídas y esta temporada haya terminado todas las carreras.