La semana pasada Jerez presenció la puesta de largo de una de las motos más esperadas del año. La nueva Honda RC213V fue pilotada por Stefan Bradl y es la moto en la que la marca del ala dorada ha depositado toda su confianza para salir del bache. A simple vista ya se puede apreciar la enorme revolución técnica que ha sufrido respecto a su predecesora.
Por primera vez en muchos años parece que la línea de desarrollo de Honda ha ido por un camino distinto al que marca Marc Márquez. Primero, porque el campeón faltó en 2020 y podría faltar también en parte de 2021, y segundo, porque el desarrollo de los motores están congelado debido a la pandemia. Honda ha tenido que trabajar en otras cosas.
Honda busca mejorar el paso por curva armonizando la rigidez del chasis
La línea está clara: suavizar la moto, hacerla más dulce y manejable. Si a algo se parece lo que pilotó Bradl en Jerez es a las últimas motos que llevó Álex Márquez la temporada pasada, cuando pilotaba como si llevase una Yamaha y los resultados fluyeron solos. Hay tres grandes bloques en los que la Honda ha cambiado: el chasis, el basculante y el escape.
Lo primero que se observa en la Honda RC213V es que ya no presenta la soldadura en ángulo de 45º que tenía en cada una de sus vigas laterales. El grosor es menor en la parte inferior del bastidor, con lo que Honda busca que su moto sea más flexible en curva. Armonizar la rigidez longitudinal, lateral y de torsión, en HRC quieren que su máquina sea menos bestial y más manejable.
Una línea que sigue claramente la apuesta de Suzuki. Este tipo de motos siempre va a ser menos competitiva a una vuelta, como les pasó a los de Hamamatsu en 2020, que habituaban a tener malas posiciones de salida. Pero sin hacer ninguna pole en toda la temporada, ganaron los mundiales de pilotos y de equipos, y no estuvieron tan lejos del de marcas.
La clave son los nuevos neumáticos de Michelin. La temporada pasada ensancharon y eso pilló fuera de juego a más de uno, especialmente a las marcas que se caracterizaban por tener una moto menos dulce en curva, como Honda y Ducati. Lo que en 2020 fue una sorpresa, en 2021 no lo será, así que Honda ha trabajado en adaptarse.
Incluso antes que el chasis, lo primero que llama la atención de la nueva Honda RC213V es el escape. Mucho más exagerado, sobresale significativamente respecto al colín. Es mucho más alargado pero también estilizado, con el objetivo evidente de mejorar la velocidad de paso por curva evitando turbulencias.
Lo que es más difícil de analizar es el basculante, que salta a la vista que es nuevo y de fibra de carbono, pero cuesta apreciar las diferencias técnicas. Junto al escape y al nuevo guardabarros trasero, más grande que el de 2020, posiblemente vayan enfocados a lo mismo: agarre aerodinámico en curva.
Aunque para ver los grandes cambios en la aerodinámica posiblemente tengamos que esperar hasta Catar, cuando Honda ya saque todo su potencial en los test de pretemporada en Losail. Veremos si con tantos cambios a la vez el equipo HRC es capaz de hacer que todo funcione y sacarle partido a las novedades.
Junto a Bradl, en Jerez estuvieron Michele Pirro y Johann Zarco, ambos pilotos de Ducati, pero con motos de calle. El probador de Borgo Panigale parece que quedó impresionado con la nueva Honda y dijo que "están haciendo una moto para todos. El mejor piloto marca la diferencia, pero la compañía necesita una moto más equilibrada para tener más margen". Veremos cómo funciona.
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